Durante la jornada de la consulta del Pacto Histórico, surgieron denuncias de posibles irregularidades: se afirma que se permitió votar tras el cierre de urnas y que el horario se habría extendido. En respuesta, el Registraduría Nacional del Estado Civil insistió en que todas las personas que estaban en fila a las 4 p.m. pudieron sufragar sin dificultad.
En la jornada de la consulta abierta del Pacto Histórico realizada el domingo, surgieron denuncias por parte de sectores del movimiento que aseguraron que el cierre de las urnas y el horario habitual de votación no habrían sido respetados, generando inquietud entre los electores.
Según informes, ciudadanos habrían detectado que se permitía ingresar para votar después del horario oficial de cierre, lo que motivó cuestionamientos sobre la igualdad de condiciones del proceso y la transparencia del ejercicio interno.
Ante estos señalamientos, el registrador nacional, Hernán Penagos, aclaró que el mandato es claro: “A las 4 de la tarde quienes aparezcan en cola para votar simplemente entregan la cédula de ciudadanía al jurado de votación y podrán ejercer el derecho al voto”.
Asimismo, Penagos enfatizó que, tratándose de una consulta —y no de una elección ordinaria—, no rigen exactamente las mismas reglas de cierre que en comicios para presidente o congresistas, lo cual, dijo, facilita que quienes estaban en fila a la hora señalada pudieran participar.
Las denuncias se centran también en que el horario de votación habría sido extendido o flexibilizado ante el alto flujo de electores, y que en algunos puestos la logística no fue suficiente para atender la demanda, provocando esperas prolongadas.
Por su parte, la Registraduría reportó que se repartieron los tarjetones y mesas conforme a lo acordado previamente con las organizaciones convocantes, y que no se registraron fallas graves que impidieran el voto, invitando a la ciudadanía a confiar en el proceso.
Pese a las aclaraciones, algunos representantes del Pacto Histórico consideran que la interpretación del cierre a las 4 p.m. —aplicada a quienes estaban en fila— no basta para salvar la percepción de irregularidad, y demandan una auditoría detallada de la jornada para despejar dudas.
De cara a los próximos procesos electorales y consultas internas, este episodio pone de relieve la importancia de comunicar con claridad los mecanismos de cierre y de garantizar recursos adecuados para hacer frente a una alta participación, con el fin de evitar cuestionamientos que pueden empañar la legitimidad del evento.









