Vía: AFP
El papa Francisco comparó el aborto con un asesinato propio de la mafia, señalando que es el equivalente a contratar a un sicario para “acabar con una vida humana para resolver un problema”
El papa Francisco comparó la interrupción voluntaria del embarazo con recurrir a “un asesino a sueldo”, en la homilía pronunciada durante su tradicional audiencia en la plaza de San Pedro del Vaticano.
El pontífice realizó las afirmaciones, que están entre las más fuertes que ha pronunciado contra el aborto, durante su audiencia semanal de los miércoles, dedicada al mandamiento que exhorta a los fieles a no matar.
“Interrumpir un embarazo es como eliminar a alguien. ¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema?”, preguntó el papa argentino a los numerosos fieles congregados en la explanada.
Francisco dijo que algunas personas justifican el aborto por respeto a otros derechos. “¿Cómo puede un acto que suprime una vida inocente e indefensa mientras florece ser terapéutico, civil o simplemente humano?”, cuestionó.
“¿Es justo contratar a un asesino a sueldo para resolver un problema?No es justo. No podemos acabar con un ser humano, aunque sea pequeño”, prosiguió saliéndose del texto que tenía preparado. “Eliminar a un ser humano es como contratar a un asesino a sueldo para resolver un problema”, insistió. El papa criticó en su homilía “la pérdida de valor de la vida humana” debido a las guerras, la explotación y la cultura del desecho.
Y agregó a esta lista la supresión de la vida en el vientre materno “en nombre de la salvaguarda de otros derechos”. “¿Pero cómo un acto que suprime la vida inocente puede ser terapéutico, civil o sencillamente humano?”, se preguntó el pontífice argentino.
Abandono colectivo de la Iglesia Católico en Argentina
Hace dos semanas, unas 3.000 personas firmaron una apostasía colectiva, presentada ante la Conferencia Episcopal Argentina, y reclamaron la separación total de la Iglesia católica y el Estado, una iniciativa que cobró impulso tras frenarse la legalización del aborto en el Parlamento.
“Hemos dado un gran paso el día de hoy. Presentamos unas 3.000 apostasías. Es una apostasía colectiva, es muy importante hacerlo público y colectivo. Es momento de separar absolutamente la Iglesia del Estado. En la sociedad se entiende que el Estado y la Iglesia no van de la mano”, declaró Fernando Losada, de la Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL), a la salida del Episcopado.
Una campaña para promover que los bautizados abandonen la Iglesia Católica fue lanzada por esta coalición luego de que el 9 de agosto una mayoría de senadores votó en contra de la interrupción voluntaria del embarazo.
Los promotores de la iniciativa por el aborto legal, que había sido aprobada en la Cámara de Diputados en junio, sostienen que la Iglesia católica puso todo su peso en impedir el voto favorable del Senado.
En Argentina, país del papa Francisco, la Iglesia católica tiene una gran influencia y recibe financiamiento del Estado, tanto para salarios de obispos como en subvenciones a la educación católica.