La alcaldesa de Suárez, Consuelo Avilez, anunció que el municipio ya cuenta con agua potable gracias a la nueva planta de tratamiento financiada por el Plan Departamental de Aguas. La entrega oficial será a finales de septiembre con presencia de la gobernadora del Tolima.
El municipio de Suárez, en el norte del Tolima, alcanzó un avance histórico en materia de servicios públicos. La alcaldesa Consuelo Avilez confirmó que ya está en funcionamiento la nueva planta de tratamiento de agua potable, una obra que tuvo una inversión superior a los 8 mil millones de pesos y que hace parte del Plan Departamental de Aguas, impulsado para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región.
Según la mandataria, las pruebas piloto realizadas al sistema han sido satisfactorias y muestran que el líquido cumple con los parámetros de calidad establecidos para el consumo humano. Esto significa que, por primera vez, la población de Suárez cuenta con acceso garantizado a agua potable directamente en sus hogares, un derecho básico que había sido postergado durante décadas.
Avilez destacó que aunque la inauguración oficial está prevista para finales de septiembre, la comunidad ya está recibiendo agua tratada en sus viviendas. El acto protocolario contará con la presencia de la gobernadora del Tolima, Adriana Matiz, quien ha respaldado la ejecución de este tipo de proyectos prioritarios para el desarrollo departamental.
La obra, sin embargo, no solo representa una solución técnica a un problema de abastecimiento. También simboliza un compromiso de la administración local con la salud pública y el bienestar colectivo, al reducir los riesgos de enfermedades asociadas al consumo de agua sin tratamiento. De esta manera, se garantiza un impacto positivo en la calidad de vida de la población.
La mandataria explicó que la planta forma parte de un plan integral de saneamiento básico que busca transformar la infraestructura de acueducto y alcantarillado en Suárez. Dentro de este paquete de proyectos también se contemplan nuevas inversiones en redes de distribución y sistemas de alcantarillado, con el fin de avanzar en cobertura y eficiencia.
Los habitantes del municipio recibieron con optimismo la noticia, aunque señalaron que aún persisten retos como la continuidad en el servicio y la necesidad de tarifas justas. Organizaciones comunitarias subrayaron que el acceso a agua potable no debe ser un privilegio, sino un derecho garantizado en todos los rincones del Tolima.
Expertos en desarrollo regional resaltan que inversiones de este tipo son esenciales para reducir las brechas entre zonas urbanas y rurales. Sin embargo, advierten que el éxito dependerá del mantenimiento continuo de la planta y de la capacidad institucional del municipio para asegurar su sostenibilidad a largo plazo.
La entrega de esta planta marca un paso fundamental para Suárez, pero también plantea un desafío mayor: consolidar políticas públicas de saneamiento y agua potable que no dependan únicamente de proyectos aislados. Para la comunidad, este logro debe ser el inicio de una nueva etapa en la que el acceso digno al agua sea parte de la cotidianidad y no un anuncio extraordinario.