La ciudad de Ibagué enfrenta una amenaza inminente de racionamiento de agua potable, según anunció Érika Palma, gerente del Instituto de Acueducto y Alcantarillado de Ibagué (IBAL). La baja del 30% en el caudal del río Combeima podría desencadenar medidas de emergencia para garantizar el suministro de agua en distintos sectores.
Este anuncio llega en medio de protestas ciudadanas por la falta de agua potable en algunos barrios, situación que ha llevado a la gerente Palma a implementar un plan de choque.
Se instalarán bases de abastecimiento y almacenamiento en áreas afectadas, utilizando carrotanques para mantener llenos los tanques de almacenamiento y asegurar la distribución del vital líquido.
“Hoy la realidad del país es que en más de 198 municipios tienen problemas con el abastecimiento de agua en sus perímetros (…) Si esta disminución de los caudales de las fuentes hídricas más importantes continúa, también nuestra ciudad va a entrar en ese proceso de semaforización y racionamiento por sectores”, declaró Palma.
La gerente del IBAL explicó que la situación es resultado de la disminución de los caudales de la quebrada Cay en un 40%. Ante esta crisis, se convocó a una reunión para el próximo viernes 23 de febrero, donde la alcaldesa Johana Aranda, la gerente Palma, concejales y líderes comunitarios discutirán medidas adicionales para abordar la problemática del agua en Ibagué. La ciudadanía espera soluciones efectivas y acciones inmediatas ante la posible escasez de agua en los hogares ibaguereños.