La plaza de la 21 en Ibagué se ha convertido en un foco de caos vehicular, especialmente durante las horas pico. Comerciantes, peatones y conductores han alzado su voz para exigir refuerzos de agentes de tránsito que controlen el desorden. Sin embargo, la limitada presencia de las unidades azules se debe a los constantes actos de intolerancia, entre ellos agresiones con objetos como tomates y yucas, lo que ha generado temor entre los uniformados.
Luis Albeiro Mora, representante de los comerciantes de la zona, explicó que el problema se agudiza durante la mañana, cuando se realizan las descargas de productos en los locales. “El tráfico en este sector es insoportable. Un recorrido que debería tomar unos minutos puede extenderse hasta media hora. Los agentes de tránsito no llegan a los puntos más críticos, y ya hemos pedido soluciones al secretario de Movilidad”, indicó Mora.
A las dificultades de movilidad se suma la inseguridad que enfrentan los agentes. Según Mora, las agresiones son constantes y han obligado a que trabajen bajo el acompañamiento de cuadrantes de la Policía. Sin embargo, señaló que la falta de recursos humanos hace inviable asignar un policía a cada guarda de tránsito.
La situación también evidencia la falta de un plan integral para abordar problemáticas relacionadas con la movilidad, el espacio público y la convivencia. Los comerciantes de la zona aseguran que estas fallas afectan no solo sus operaciones diarias, sino también la calidad de vida de los ciudadanos que transitan por el área.
Mora enfatizó la necesidad de un trabajo en equipo entre las diferentes secretarías municipales para buscar soluciones efectivas. “No podemos seguir enfrentando estas condiciones. La movilidad, el manejo de residuos, la organización del espacio público y la atención a los habitantes de calle deben ser tratados de manera conjunta”, afirmó.
Mientras tanto, las agresiones han hecho que algunos agentes eviten acudir a las zonas de mayor conflicto. Este vacío ha incrementado el desorden en el tráfico, lo que genera malestar entre comerciantes y conductores, quienes piden medidas urgentes por parte de la Administración Municipal.
La Secretaría de Movilidad ha sido llamada a responder ante las quejas y a implementar estrategias que no solo mejoren el flujo vehicular, sino que también garanticen la seguridad y el respeto hacia los agentes de tránsito. Por ahora, los ciudadanos y comerciantes esperan que el diálogo entre las autoridades y los afectados permita establecer acciones concretas para recuperar el orden en este importante sector de la ciudad.