En Ibagué, la administración liderada por el alcalde Andrés Hurtado ha reconocido que la inseguridad se ha disparado en la ciudad. Los ciudadanos y los comerciantes han expresado su preocupación ante el incremento de los robos, lo que ha llevado al cierre de varios establecimientos debido a la crisis.
A pesar de los esfuerzos de la Alcaldía por defender su gestión, las reclamaciones de la comunidad y los comerciantes continúan aumentando. El secretario de Gobierno, Milton Restrepo, tuvo que admitir en una conferencia de prensa que la inseguridad ha aumentado de manera significativa en Ibagué durante el transcurso de este año 2023.
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Según las cifras presentadas por el secretario, el robo de vehículos ha experimentado un preocupante incremento del 67%, con 17 casos más en comparación con el año 2022. Además, el hurto a residencias ha tenido un aumento dramático en la ciudad. Los casos han pasado de 187 en 2022 a 269 en el presente año, lo que representa un incremento del 47% con 76 casos adicionales. Asimismo, el robo a personas ha aumentado en un 6%, con 124 casos más en comparación con el año anterior. En 2022 se reportaron 2.009 casos, mientras que en este año se registraron 2.133.
A pesar de las críticas y las cifras que demuestran un claro aumento de la inseguridad en la ciudad, el secretario de Gobierno, Milton Restrepo, hace un llamado a los ibaguereños para que respalden al alcalde Hurtado y destaquen los avances logrados durante su administración.
Ante estas preocupantes cifras, los habitantes de Ibagué exigen a los entes de control y a la Administración Municipal que agilicen las medidas necesarias para contrarrestar esta situación. Principalmente, se denuncian afectaciones a personas de la tercera edad y a la población en condición de discapacidad.
Miller Pérez, comerciante de la zona, señaló en una entrevista a medios de comunicación señaló, “es un tema que, si bien busca beneficiar a la comunidad en general, hemos notado algunas falencias desde el inicio de la obra, como la falta de comunicación con la comunidad, la ausencia de planes de contingencia en cuanto a movilidad y las condiciones de afectación a los comerciantes. La economía ha sido muy difícil para los comerciantes, muchos han tenido que cerrar y nunca recibieron una consulta o ayuda por parte de la Administración Municipal para prepararse ante esta difícil situación”.
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Ante esta situación, se espera que la administración municipal implemente medidas efectivas para combatir la delincuencia, fortalezca la coordinación entre las instituciones encargadas de la seguridad y promueva una mayor participación ciudadana en la prevención del delito.
Finalmente, la comunidad de Ibagué exige acciones concretas para frenar la inseguridad y recuperar la confianza en la tranquilidad de la ciudad. La seguridad no puede ser subestimada ni pasada por alto, ya que es un factor fundamental para el bienestar y la calidad de vida de los ibaguereños.
