A escasos días de finalizar su mandato como alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado ha dado inicio a un análisis de su gestión, autodenominándose un “cazador de elefantes blancos” al abordar, según él, 35 proyectos emblemáticos durante su tiempo en la administración. Sin embargo, un examen más detenido de estos proyectos revela una serie de desafíos y cuestionamientos.
Entre los proyectos que resalta Hurtado está la construcción del Coliseo Mayor, bautizado como ‘La Fe en Dios’. A pesar de ser presentado como un logro, la obra enfrenta dificultades financieras, ya que el contratista aún no ha recibido el pago total, generando una solicitud de reconocimiento de más de $6.335 millones que se le adeudan.
Aunque se han logrado avances en infraestructuras como la pista de BMX y el complejo de raquetas, Ibagué aún carece de un complejo de piscinas en la Unidad Deportiva de la calle 42, una promesa incumplida desde hace tres alcaldías. La obra, un año después de iniciarse, apenas ha alcanzado un 55% de ejecución.
El “desembolate” logrado con la construcción del Tanque Zona Industrial también es destacado por Hurtado, pero la obra no estará completamente terminada hasta la próxima vigencia, y aún falta la interconexión con el tanque del barrio Miramar.
Aunque se menciona como un logro la intervención en la malla vial, esta no ha llegado a todos los rincones de la ciudad, con sectores como la avenida Guabinal esperando atención urgente.
La Contraloría General de la República señala que varios colegios de Jornada Única y el Centro Regional para la Atención de las Víctimas continúan en la lista de “elefantes blancos”. Además, el futuro del ambicioso proyecto del puente elevado de la calle 60 con carrera Quinta, con una inversión de $40 mil millones, está en duda después de que Cortolima negara el permiso de aprovechamiento forestal.