El expresidente del Partido Verde fue designado por Gustavo Petro tras la renuncia de Gloria Inés Ramírez. Su principal desafío será impulsar la reforma laboral y la implementación de la reforma pensional.
El presidente Gustavo Petro anunció la designación de Antonio Sanguino como nuevo ministro de Trabajo, en reemplazo de Gloria Inés Ramírez. Su llegada al cargo ocurre en un momento clave para el gobierno, ya que deberá liderar la aprobación de la reforma laboral en el Congreso y la implementación de la reforma pensional, que actualmente está bajo revisión en la Corte Constitucional.
Antonio Sanguino es sociólogo, cuenta con una maestría en administración y tiene una amplia trayectoria en la política nacional. Oriundo de Ocaña, Norte de Santander, inició su carrera en Bogotá, donde fue concejal en tres periodos, primero con el Polo Democrático y luego con el Partido Verde, del cual fue director nacional. En 2018 dio el salto al Senado y, tras su paso por el Congreso, fue jefe de gabinete en la Alcaldía de Claudia López.
Con su designación, el Partido Verde sigue consolidando su presencia en el gobierno de Petro. En el reciente remezón ministerial, los verdes ya habían ganado influencia con el nombramiento de María Fernanda Rojas como ministra de Transporte. Además, Carlos Amaya, gobernador de Boyacá y aliado de la Casa de Nariño, ha fortalecido la relación entre su colectividad y el ejecutivo.
Uno de los principales retos de Sanguino será conseguir que la reforma laboral supere el tercer debate en el Senado, luego de enfrentar varios obstáculos en el Congreso. Esta iniciativa busca mejorar las condiciones de los trabajadores y reducir la informalidad, pero ha generado resistencia en el sector empresarial y en algunos sectores políticos de oposición.
En paralelo, deberá encargarse de la implementación de la reforma pensional, una de las apuestas más ambiciosas del gobierno, que busca modificar el actual sistema para fortalecer el pilar solidario y aumentar la cobertura en adultos mayores sin pensión. Sin embargo, este proyecto aún debe superar la revisión de constitucionalidad antes de su entrada en vigor.
El nombramiento de Sanguino también es interpretado como una estrategia de Petro para garantizar mayor cohesión política en su gabinete, tras la salida de figuras cercanas a otras fuerzas de izquierda. Su capacidad de articulación será clave para avanzar en las reformas sociales propuestas por el gobierno.
Por ahora, se espera que en los próximos días el nuevo ministro de Trabajo dé a conocer su hoja de ruta y los ajustes que hará en la cartera para cumplir con las metas establecidas. Mientras tanto, el Congreso retomará el debate sobre la reforma laboral en una sesión que será determinante para su futuro.