Este 13 de noviembre, el Tolima rendirá homenaje a las víctimas de la tragedia de Armero con una jornada de fe, arte y memoria que culminará con una velatón a las 10:00 p. m., hora exacta en que la avalancha del Nevado del Ruiz sepultó al municipio en 1985.
El Tolima vivirá una de las conmemoraciones más sentidas de su historia reciente. Este 13 de noviembre, miles de velas iluminarán el antiguo casco urbano de Armero en memoria de las más de 25 mil víctimas que dejó la avalancha del volcán Nevado del Ruiz hace cuatro décadas. La velatón comenzará a las 10:00 de la noche, hora exacta en que, en 1985, el municipio desapareció bajo toneladas de lodo y escombros.
La Gobernación del Tolima liderará una agenda conmemorativa que une la fe, el arte y la reflexión colectiva. Desde las 8:00 de la mañana, los asistentes participarán en actos simbólicos, encuentros comunitarios y ceremonias religiosas para recordar a las víctimas y rendir tributo a los sobrevivientes. Se espera la participación de delegaciones de diferentes municipios y de organismos nacionales de gestión del riesgo.
Uno de los momentos más significativos será la misa central, prevista para las 11:00 de la mañana, que estará presidida por el Nuncio Apostólico, máxima autoridad de la Iglesia Católica en Colombia. Este acto religioso busca elevar un mensaje de esperanza, reconciliación y memoria viva por quienes perdieron la vida y por las familias que, cuarenta años después, siguen recordando a sus seres queridos.
Durante la jornada también se entregará la primera etapa del Parque Jardín de la Vida, un espacio construido sobre el territorio de Armero como símbolo del renacer. Este lugar se convertirá en un sitio de peregrinación y aprendizaje para las nuevas generaciones, integrando la naturaleza con la memoria histórica de una de las tragedias más impactantes del país.
El Parque Jardín de la Vida ofrecerá además muestras culturales, exposiciones fotográficas y espacios de diálogo con sobrevivientes y rescatistas. Estas actividades buscan fortalecer la identidad del territorio y promover una cultura de prevención frente a los riesgos naturales que aún afectan a la región andina.
Al caer la noche, la luz será la protagonista. Miles de velas encendidas formarán un manto de esperanza que cubrirá el antiguo casco urbano, en un acto cargado de simbolismo y recogimiento. Familias enteras se unirán para rendir homenaje a las víctimas y reafirmar que Armero sigue vivo en la memoria del Tolima y de toda Colombia.
Las autoridades departamentales destacaron que esta conmemoración no solo busca recordar el dolor, sino también reconocer la capacidad de resiliencia de un pueblo que renació de la tragedia. A través de la memoria colectiva, se promueve la reflexión sobre la importancia de la gestión del riesgo y la preparación ante fenómenos naturales.
Cuarenta años después, Armero continúa siendo un símbolo nacional de aprendizaje, unión y fortaleza. Las velas que iluminarán esta noche sagrada no solo recordarán a quienes partieron, sino que también encenderán la esperanza de un futuro más consciente y solidario. En el Tolima, la memoria de Armero sigue brillando como una llama que jamás se apaga.











