Doce turistas fueron víctimas de un violento atraco en una finca turística ubicada en la vereda Potrero Grande del Totumo. Según los afectados, hombres armados con camuflados y pasamontañas los ataron y despojaron de todas sus pertenencias, incluyendo dos motos, celulares y dinero en efectivo.
El alcalde Andrés Fabián Hurtado y el Secretario de Gobierno Milton Restrepo han sostenido en varias ocasiones que Ibagué es una de las ciudades más seguras. Además, en los último días la Gobernación del Tolima ha invertido en la instalación de 293 cámaras de seguridad para convertir a Ibagué en la tercera ciudad con mayor videovigilancia. Sin embargo, el reciente atraco a los turistas en el Totumo pone en evidencia que la percepción de seguridad no se condice con la realidad en las calles.
El Comité de Gremios del departamento ha elogiado los esfuerzos de la Gobernación para mejorar la seguridad en Ibagué a través de la implementación de tecnología, como las cámaras de reconocimiento facial y placas, así como el monitoreo de vehículos. No obstante, los ciudadanos cuestionan la eficacia de estas medidas ante la persistencia de hechos delictivos como el ocurrido en el Totumo y en Ibagué.
El caso del periodista Andrés Paéz y su pareja, quienes también fueron víctimas de un intento de hurto en la comuna 5 de Ibagué, agrega más inquietudes a la situación de seguridad en la ciudad. A pesar de los esfuerzos de las autoridades y la instalación de cámaras, la falta de solidaridad de las personas que presenciaron el incidente evidencia la necesidad de una mayor conciencia ciudadana frente a la inseguridad.
La inquietud sobre la seguridad en Ibagué plantea el debate entre percepción e inseguridad real. Si bien las autoridades han implementado medidas tecnológicas para combatir el delito, la experiencia de turistas y ciudadanos afectados por robos y atracos demuestra que aún existen desafíos en la materia.
Finalmente, la comunidad espera acciones más efectivas por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de los ibaguereños y los visitantes, especialmente de cara a las próximas elecciones regionales en octubre. La lucha contra la delincuencia requiere una estrategia integral y el compromiso de todos los actores sociales para lograr una ciudad más segura y tranquila.