Según el más reciente boletín del Servicio Geológico Colombiano, entre el 21 y el 27 de octubre se registró un marcado incremento de sismos en el volcán, sin que hasta el momento se cambie el nivel de alerta Amarilla. La institución advierte sobre la posibilidad de mayor inestabilidad y llama a no normalizar su comportamiento.
Durante la semana del 21 al 27 de octubre, el Servicio Geológico Colombiano (SGC) reportó un claro aumento en la sismicidad asociada al volcanismo del Nevado del Ruiz, con énfasis en eventos de fracturamiento en el interior del edificio volcánico que destacaron por su cantidad y energía (boletines semanales disponibles en la página oficial).
La jornada más intensa fue la del 27 de octubre, cuando múltiples sismos ocurrieron entre la 1:48 p. m. y las 10:00 p. m., localizados en los flancos nornoroccidental y norte del cráter Arenas, a profundidades comprendidas entre 5 y 7 km bajo la superficie. (datos proporcionados por el usuario).
El sismo de mayor magnitud alcanzó un valor de 3,0, siendo percibido por funcionarios del Parque Nacional Natural Los Nevados en el sector de Brisas. (dato suministrado por el usuario). Las autoridades destacan que esta magnitud, aunque moderada, evidencia que el sistema volcánico está experimentando más estrés interno.
Simultáneamente, se constataron emisiones de vapor de agua, gases volcánicos y ceniza, con columnas que sobrepasaron los 1.200 metros sobre la cima. En la noche del 22 de octubre se alcanzaron 1.400 metros, con reporte de caída de ceniza en Manizales, probablemente mediada por vientos que removilizaron material volcánico (datos del usuario).
Mediciones satelitales revelaron anomalías térmicas de baja intensidad en el cráter Arenas, y la sismicidad relacionada con la dinámica de fluidos en los conductos volcánicos se mantuvo en rangos bajos a moderados, con ocasionales emisiones pulsátiles visibles en cámaras de monitoreo (datos provistos por el usuario).
El SGC reiteró que, aunque el nivel de alerta permanece en Amarilla, el Nevado del Ruiz continúa siendo el volcán más activo del país, con capacidad de escalar su actividad sin previo aviso. Por ello, enfatiza que no se debe asumir normalidad frente al estado actual y que la población y autoridades locales deben permanecer alertas a las indicaciones de gestión del riesgo (datos del usuario y práctica institucional).
Desde 2012 el Ruiz ha estado en un proceso eruptivo sostenido — aunque con erupciones menores —, por lo que sigue bajo monitoreo permanente ante el riesgo de cambiar a alerta Naranja o Roja. La vigilancia de parámetros sísmicos, térmicos y de emisión sigue siendo prioritaria en la zona de influencia volcánica (contexto general del volcán).
Las autoridades locales, la UNGRD y los municipios vecinos han sido instados a no relajar medidas preventivas. En años anteriores, entes como la Procuraduría ya habían advertido sobre la necesidad de no descuidar la vigilancia y los planes de respuesta ante incrementos súbitos de actividad volcánica.











