La principal disputa gira en torno a la reciente adjudicación del recaudo del Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP), una decisión que los conductores y propietarios de busetas exigen que sea revocada. Ante la negativa de la Alcaldía a ceder a estas demandas, los bloqueos persisten en puntos neurálgicos de la ciudad.
La Asociación TPC Colectivos de Ibagué ha expresado su preocupación por el proceso de adjudicación del recaudo, argumentando que este se llevó a cabo sin estudios técnicos adecuados y que las cifras presentadas no reflejan la realidad del sistema de transporte público. De implementarse, el aumento en la tarifa podría alcanzar los $3.000 pesos, afectando significativamente a los usuarios del servicio.
César Yañez, gerente del SETP, ha explicado que la revocación del convenio interadministrativo no es viable desde el punto de vista legal, lo que ha llevado a enfocar las negociaciones en otros aspectos. El gremio de transportadores ha expuesto el déficit en la tarifa como uno de los problemas que enfrentan, y Yañez ha señalado que este se podría abordar recuperando los recursos perdidos debido a la evasión del sistema.
La falta de avances en la mesa de negociación ha llevado a que los conductores y propietarios de busetas se retiren temporalmente del diálogo, manteniendo así los bloqueos en las vías. Las manifestaciones han generado confrontaciones con la Fuerza Pública y han dejado personas lesionadas, lo que agrava aún más la tensión en la ciudad.
El alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, ha manifestado su disposición para llegar a un acuerdo y resolver la situación, pero ha lamentado la falta de voluntad de los voceros del gremio de transportadores para negociar. La Alcaldía ha hecho esfuerzos por levantar las protestas, pero hasta el momento no han obtenido respuestas favorables por parte de los transportadores.
Mientras tanto, la Secretaría de Movilidad ha reportado comparendos por el bloqueo de calzadas y ha considerado la posibilidad de levantar el ‘pico y placa’ para los taxistas mientras duren las protestas. La ciudad espera una pronta solución al conflicto, que afecta la movilidad y la vida diaria de los ciudadanos de Ibagué. Se espera que en los próximos días se logre retomar el diálogo y encontrar una salida a esta situación de crisis.