El concejal Jorge Bolívar aseguró que fue él quien pidió a la Supersalud intervenir la Unidad de Salud de Ibagué, tras denunciar graves irregularidades administrativas y deficiencias en la atención.
El concejal de oposición Jorge Bolívar celebró la decisión anunciada por la Superintendencia Nacional de Salud de intervenir la Unidad de Salud de Ibagué (USI), luego de que se conocieran presuntas irregularidades administrativas, exceso de burocracia y deterioro notable en los servicios prestados a los usuarios. La medida fue adoptada en la tarde de este martes y, según Bolívar, representa un paso necesario para corregir el rumbo de una entidad que venía mostrando múltiples señales de crisis. El cabildante afirmó que desde hace meses venía advirtiendo sobre lo que consideraba un manejo ineficiente y politizado al interior de la institución sanitaria.
Bolívar recordó que hace aproximadamente tres meses lideró un debate de control político en el Concejo Municipal, donde planteó públicamente la necesidad de que la Supersalud asumiera el control administrativo y financiero de la USI. En aquella sesión, según explicó, se presentaron documentos y testimonios que demostraban la grave situación que enfrentaba la entidad. Durante la exposición, el concejal reveló que cerca del 70% del presupuesto de la USI estaba siendo destinado a contratos de prestación de servicios, algunos de los cuales correspondían a personas que supuestamente no desempeñaban las funciones para las cuales fueron contratadas.
El concejal también reiteró que en ese debate se pusieron en evidencia importantes falencias en la operación de la USI, que afectaban directamente la prestación del servicio de salud en Ibagué. Entre los hallazgos más preocupantes, mencionó la carencia de ambulancias, el cierre de laboratorios esenciales, la falta de equipos de rayos X y la insuficiencia de insumos básicos. Estos elementos fueron señalados como síntomas claros de una crisis profunda que, según Bolívar, ponía en riesgo la salud de miles de usuarios que dependen del sistema público para recibir atención.
Según el cabildante, todas estas situaciones demostraron que la intervención era urgente y plenamente justificada. Bolívar sostuvo que la ausencia de decisiones oportunas permitió que se agravaran los problemas internos de la USI, lo cual impactó negativamente tanto en la calidad del servicio como en la eficiencia administrativa. El concejal destacó que su solicitud no obedeció a intereses políticos, sino a la preocupación legítima por el manejo de los recursos públicos y por la necesidad de evitar que la entidad continuara deteriorándose sin control.
Tras conocerse la determinación oficial de la Superintendencia, Bolívar expresó su confianza en que la medida permitirá corregir las malas prácticas administrativas y frenar lo que calificó como un manejo politiquero dentro de la USI. Añadió que este proceso debe convertirse en una oportunidad para implementar una reorganización integral que garantice transparencia, eficiencia y responsabilidad en la administración de los recursos destinados a la salud pública. Para el concejal, es indispensable que se establezcan mecanismos estrictos de seguimiento a los contratos y a la prestación del servicio.
Bolívar también manifestó su expectativa de que la intervención impulse la reapertura de los puestos de salud en barrios y corregimientos de Ibagué, los cuales han permanecido cerrados durante varios meses, afectando especialmente a las zonas rurales. El cabildante aseguró que estos centros comunitarios representan la primera línea de atención para cientos de familias que requieren servicios básicos de salud y que, actualmente, deben desplazarse largas distancias para recibir atención. Según él, la recuperación de estos espacios debe ser prioridad en la nueva administración temporal.
En su declaración, el concejal insistió en que la ciudad necesita una red de salud funcional que opere con eficiencia tanto en la zona urbana como en la rural. Dijo que la intervención abre una ventana de oportunidad para que las autoridades implementen mejoras concretas en infraestructura, dotación de equipos y fortalecimiento del talento humano disponible. Bolívar remarcó que la ciudadanía merece un servicio digno, oportuno y de calidad, y que los servidores públicos deben asumir la responsabilidad de garantizarlo sin intereses ajenos a la salud de la población.
El cabildante concluyó afirmando que la intervención debe enfocarse en la correcta administración de los recursos públicos, de manera que estos no se sigan destinando a contratos que no aportan al funcionamiento de la USI o que podrían estar vinculados a prácticas indebidas. Para Bolívar, la transparencia en la contratación y la vigilancia permanente sobre los procesos internos es la única vía para evitar que la entidad vuelva a caer en situaciones similares. “La salud de los ibaguereños no puede seguir viéndose afectada por decisiones irresponsables”, enfatizó.
La Superintendencia Nacional de Salud continuará adelantando el proceso de intervención, del cual se espera un diagnóstico más detallado en los próximos días. Mientras tanto, Bolívar reiteró su disposición a colaborar desde el Concejo Municipal para garantizar que la USI recupere su estabilidad, su eficiencia y la confianza de los ciudadanos. La comunidad, por su parte, espera que esta decisión se traduzca en mejoras reales en la atención y en el fortalecimiento de la red pública hospitalaria de Ibagué, cuya situación ha generado preocupación durante los últimos meses.
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