La Fiscalía imputó cargos a alias Harold, presunto miembro de la red criminal ‘Plata o Plomo’, por su participación en el homicidio del congresista. El ente acusador reveló un plan sistemático para borrar evidencias, incluyendo la destrucción de celulares y la eliminación de un chat grupal de WhatsApp donde se coordinó el crimen.
La investigación por el homicidio del senador y precandidato presidencial Miguel Turbay ha arrojado nuevos resultados contundentes que apuntan directamente a la organización delictiva ‘Plata o Plomo’. Durante una audiencia clave celebrada el pasado 2 de septiembre, las autoridades presentaron pruebas que vinculan a este grupo con la planificación y ejecución del magnicidio que conmocionó al país. La Fiscalía General de la Nación formalizó la imputación contra Harold Barragán Ovalle, conocido con el alias de Harold, como uno de los presuntos integrantes de esta peligrosa estructura criminal, marcando un avance significativo en el esclarecimiento de los hechos.
En el desarrollo de la audiencia, llevada a cabo en el Juzgado 61 de Control de Garantías de Bogotá, se detalló el presunto rol de Barragán Ovalle dentro de la organización. Según el fiscal del caso, alias Harold no solo formaba parte activa de ‘Plata o Plomo’, sino que también habría desempeñado un papel crucial en la logística y el reclutamiento para llevar a cabo el atentado. Específicamente, se le acusa de haber contactado al joven sicario de 15 años que perpetró el disparo fatal contra el senador, lo que evidencia la instrumentalización de menores de edad en las actividades delictivas del grupo.
El ente acusador expuso con rigurosidad las estrategias que la banda criminal implementó para asegurar la impunidad y eliminar cualquier rastro que pudiera conectar a sus miembros con el crimen. Una de las revelaciones más impactantes fue la existencia de un chat grupal en la aplicación de mensajería WhatsApp, que llevaba el mismo nombre de la organización: ‘Plata o Plomo’. A través de este medio, los implicados habrían coordinado los detalles del ataque. Tras el homicidio, se ordenó la supresión inmediata de todos los mensajes y la eliminación del grupo para obstruir la investigación.
El meticuloso análisis de los dispositivos móviles incautados fue fundamental para reconstruir el plan de ocultamiento. Los peritos forenses determinaron que todos los teléfonos celulares utilizados por los miembros de la red durante la planificación y ejecución del atentado fueron desconectados de manera sincronizada justo al día siguiente del crimen. Esta acción coordinada demuestra un alto nivel de organización y una clara intención de evadir la acción de la justicia, complicando las labores de rastreo y recolección de pruebas digitales por parte de las autoridades competentes.
La Fiscalía también reveló que, posterior al ataque, los integrantes de ‘Plata o Plomo’ sostuvieron reuniones clandestinas con el único propósito de destruir la evidencia material. En estos encuentros, procedieron a desmantelar los celulares, retirar las tarjetas SIM y, en algunos casos, vender los equipos en el mercado negro para dificultar aún más su localización. Esta estrategia de destrucción de pruebas fue diseñada para borrar sistemáticamente cualquier huella que pudiera delatar su participación directa en el magnicidio del senador Miguel Turbay.
A Harold Barragán Ovalle se le imputaron formalmente los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, uso de menores en la comisión de delitos y porte ilegal de armas. A pesar de la contundencia de las pruebas presentadas por la Fiscalía, el acusado no aceptó los cargos durante la audiencia. Con la captura de alias Harold, el número de personas detenidas por su presunta implicación en este magnicidio asciende a siete, lo que refleja el avance sostenido de las investigaciones para desarticular por completo la estructura criminal responsable.
Entre los otros detenidos destaca Élder José Arteaga, alias El Costeño, quien es señalado por las autoridades como el segundo al mando de la organización ‘Plata o Plomo’. Las investigaciones sugieren que El Costeño fue el encargado de coordinar en tiempo real el ataque contra el senador, utilizando para ello videollamadas de WhatsApp. El máximo líder de la red, según las pesquisas, sería un individuo conocido con el alias de Mosco, quien actualmente es uno de los principales objetivos de las autoridades en este caso.
Finalmente, es crucial mencionar la situación del menor de 15 años que fue capturado en flagrancia tras ejecutar el crimen. El joven fue procesado y, el pasado 27 de agosto, un juez especializado lo condenó a siete años de privación de la libertad. Esta condena se produjo después de que el adolescente reconociera su plena responsabilidad en los delitos que le fueron imputados por la Fiscalía, cerrando así uno de los capítulos más trágicos de este caso que sigue en pleno desarrollo.