Guillermo Pérez pregunta a Óscar Barreto Quiroga si es cierto o no que su campaña está repartiendo mercados, ante fotografías que circulan en redes sociales donde se ve los logos de ese candidato al Senado de la República por el Partido Conservador.
“Quisiera pensar que las famosas fotografías del presunto reparto de mercados por parte de Barreto no corresponden con la realidad, o que en caso de serlo, habría sucedido a sus espaldas, obra de sus ganapanes, y que él las desaprueba totalmente. Por esa razón, quiero preguntarle públicamente al candidato Óscar Barreto si tiene conocimiento de tales hechos y si son ciertos o no”.
Circulan por las redes fotografías en las que se observa una Toyota de matrícula MCN-557 con propaganda al senado de Óscar Barreto, presuntamente entregando mercados a electores potenciales en barrios populares. Este tipo de conductas tipifican un delito, ‘corrupción al elector’, consistente en ofrecer o entregar dádivas para determinar el voto de los ciudadanos.
La versión de que la campaña de Barreto reparte mercados, parecería la continuidad de una práctica ejecutada por el alcalde Hurtado en diciembre, cuando recorrió barrios y veredas de Ibagué llevando regalitos a los niños pobres. Se entregaban luego de que la comunidad escuchaba los lánguidos discursos del enjambre de burócratas que organizaba tan ‘caritativas’ reuniones, expresó Pérez y agregó que lo que parecía caridad, era en realidad ramplona politiquería. “Mantener en la pobreza y en estado de necesidad a casi toda una ciudad y luego repartir regalos en lugar de gobernar y solucionar los problemas, es sencillamente una canalla”.
Frente a esto último, el cuestionamiento recae posiblemente en una estrategia electoral previamente elaborada para someter presuntamente a un electorado que por necesidad estaría recibiendo mercados bien sea, por la falta de oportunidades laborales en una ciudad donde su población juvenil ocupa los primeros puestos o porque mantienen una fidelización de puestos burocráticos.
Finalmente, Guillermo trajo algunas palabras de Luis Carlos Galán, quien dijo alguna vez que la victoria tenía que ser digna. A esa divisa dice atener. “Nada es más efímero que el poder, y con mayor razón el poder mal habido. En política, como en los negocios, no todo vale. Las cosas pueden cambiar, quién quita que mañana le dé a la justicia por funcionar”.