La movilidad en varios sectores de Ibagué se ha visto gravemente afectada debido al represamiento vehicular generado por el cierre temporal de la vía Ibagué-Cajamarca. A pesar de la reapertura de este corredor vial, el tránsito continúa siendo caótico en puntos críticos como Picaleña, el Aeropuerto Perales y las glorietas de la Casa de la Moneda y El Rodeo, principalmente por la acumulación de vehículos de carga pesada.
El embotellamiento ha causado retrasos significativos para pasajeros que se desplazaban desde el Aeropuerto Perales, pacientes con citas médicas en Clinaltec y estudiantes que retomaron clases esta semana. “Es imposible llegar a tiempo a cualquier destino. Llevamos horas atrapados en medio de este caos”, comentó uno de los conductores afectados.
Ante esta situación, agentes de la Secretaría de Movilidad han sido desplegados en los puntos más críticos para intentar regular el tránsito y agilizar el flujo vehicular. Sin embargo, la magnitud del represamiento ha superado las capacidades de respuesta inmediata, generando inconformidad entre los ciudadanos.
El sector educativo también ha sufrido las consecuencias. Muchos estudiantes y docentes reportaron demoras en sus horarios, afectando las primeras jornadas académicas tras el periodo vacacional. “Esta situación demuestra la fragilidad de la movilidad en la ciudad y la falta de planes de contingencia eficientes”, expresó un padre de familia afectado.
Los pacientes de Clinaltec han sido otro grupo perjudicado. Algunos han perdido citas médicas importantes debido a la imposibilidad de llegar a tiempo. Esta circunstancia ha generado cuestionamientos sobre la planeación vial y el manejo de emergencias en la ciudad.
La Alcaldía de Ibagué y la Secretaría de Movilidad han señalado que trabajan en soluciones temporales para mitigar los impactos del represamiento. Sin embargo, los ciudadanos demandan medidas más efectivas que garanticen una movilidad fluida y preventiva frente a futuros cierres o contingencias.