La exministra de Salud y actual precandidata sostuvo que las irregularidades financieras en la Nueva EPS son la muestra de un modelo fallido de manejo privado de recursos públicos, y reiteró la necesidad de una reforma estructural al sistema de salud.
La precandidata y exministra de Salud Carolina Corcho lanzó duras críticas al modelo de aseguramiento en salud tras la reciente alocución del presidente Gustavo Petro sobre la Nueva EPS, la entidad con mayor número de afiliados en Colombia. Según Corcho, la crisis financiera que hoy enfrenta la EPS confirma lo que sectores académicos y sociales han advertido desde hace más de 15 años: el manejo privado, opaco y fraudulento de los recursos públicos del sistema ha generado un colapso estructural.
En un extenso comunicado difundido a través de redes sociales, la exministra recordó que el informe de la Contraloría General de la República sobre la Nueva EPS respalda lo hallado durante la intervención: un ocultamiento sistemático de pasivos billonarios y la manipulación de estados financieros, especialmente en reservas técnicas y anticipos no legalizados. Para Corcho, este escenario demuestra una falta de control interno que derivó en un panorama insostenible.
De acuerdo con la exfuncionaria, durante más de una década la administración de la Nueva EPS habría presentado información financiera distinta según sus intereses. Cuando necesitaba más recursos de la UPC, mostraba cifras infladas; mientras que, para evitar la intervención de la Superintendencia Nacional de Salud, ocultaba pasivos con el fin de aparentar solidez. Este doble manejo contable, añadió, fue clave para evadir la vigilancia estatal.
Corcho enfatizó que esas prácticas irregulares dejaron a la entidad sin bases reales para una planeación financiera ordenada. Los estados financieros maquillados impedían tomar decisiones gerenciales acertadas y terminaron por desencadenar un colapso que hoy golpea directamente a más de 11 millones de afiliados en todo el país, quienes dependen de la EPS para recibir atención médica oportuna.
La precandidata también advirtió que las deudas acumuladas han puesto en serias dificultades a clínicas, hospitales y proveedores, que no recibieron pagos a tiempo por los servicios prestados. Esta cadena de incumplimientos, dijo, evidencia que la crisis actual no surgió de manera repentina, sino como resultado de años de acumulación de irregularidades y negligencias estructurales.
En su análisis, Corcho calificó la situación de la Nueva EPS como “el mayor desfalco de recursos públicos en la historia reciente del país”. Según ella, el impacto no se limita a las finanzas de la entidad, sino que compromete la estabilidad del sistema de salud en su conjunto, pues afecta la calidad y continuidad de la atención que reciben millones de ciudadanos.
La exministra recalcó que la salida a esta crisis no puede ser parcial ni coyuntural, sino que requiere de la reforma estructural al sistema de salud que ha sido presentada dos veces por el gobierno nacional. No obstante, recordó que la iniciativa no ha avanzado en el Senado debido a lo que calificó como “una oposición obstruccionista”, más interesada en proteger negocios privados y alianzas clientelistas que en garantizar el derecho a la salud.
Finalmente, Corcho hizo un llamado a los sectores políticos y sociales para que respalden el proyecto de reforma como la única alternativa real de cambio. “El país no puede seguir tolerando que el derecho a la salud esté supeditado a intereses económicos y redes de poder. Esta crisis debe ser el punto de quiebre para construir un sistema público, transparente y justo”, concluyó la precandidata.