La comunidad educativa de Ibagué ha denunciado a través de redes sociales la preocupante situación en la que se encuentran varias instituciones educativas de la ciudad, las cuales podrían convertirse en elefantes blancos. Esta denuncia hace referencia a los graves retrasos en la construcción de los colegios, evidenciados por imágenes que muestran obras negras y maquinaria abandonada.
Según la denuncia, al menos 16 colegios se ven afectados por esta situación, lo que afecta a más de 50.000 estudiantes. Entre las instituciones más afectadas se encuentran la Institución Educativa Antonio Ricaurte, la Institución Educativa Joaquín París, la Institución Educativa Jorge Eliécer Gaitán y la Institución Educativa Alberto Santofimio. Estos colegios, repartidos por toda la ciudad, parecen haber sido víctimas de la malversación de fondos públicos durante la actual administración del Alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado.
La finalización de las obras de estas 15 instituciones educativas ha tomado más tiempo del esperado, generando gran preocupación en la comunidad educativa y en la ciudadanía en general. A pesar de las promesas del alcalde Hurtado de culminar prontamente estos proyectos, se estima que se necesitarían alrededor de $35.000 millones para evitar que estos colegios se conviertan en elefantes blancos.
Para asegurar que estas instituciones educativas cumplan con su propósito y no queden inconclusas, se requiere una importante inversión. El Gobierno Nacional aportó $109.545 millones, mientras que la ciudad contribuyó con $84.465 millones. Sin embargo, los retrasos en la entrega de las obras y la falta de financiamiento han generado una crisis en el proyecto de infraestructura educativa más importante de la ciudad, y la responsabilidad recae en el mandatario local.
De acuerdo con el Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa (FFIE), hasta el momento solo se han concluido las obras en 11 de los 26 colegios planeados, lo que afecta directamente a cerca de 19.698 estudiantes. Esto deja en una situación de incertidumbre a las 15 instituciones educativas restantes. De estas, solo 10 están en proceso de construcción, mientras que en otros 3 proyectos se ha solicitado una ampliación de la licencia de construcción y en 2 colegios más solo se cuenta con los diseños.
Finalmente, estos retrasos han generado sobrecostos y demoras en la ejecución de los trabajos, poniendo en riesgo la calidad de la educación en la ciudad de Ibagué. La comunidad educativa exige respuestas y soluciones inmediatas por parte de las autoridades municipales, para evitar que los colegios se conviertan en elefantes blancos y se vea comprometido el futuro educativo de miles de estudiantes.