El Juzgado Primero Penal del Circuito de Ibagué sentenció al exalcalde Luis H. Rodríguez a 8 años y 9 meses de prisión por su responsabilidad en delitos vinculados a la fallida contratación de los Juegos Deportivos Nacionales 2015.
El panorama judicial del Tolima volvió a sacudirse este jueves 11 de diciembre, luego de que el Juzgado Primero Penal del Circuito de Ibagué emitiera una condena de 8 años y 9 meses de prisión contra el exalcalde Luis H. Rodríguez. La decisión hace parte de uno de los procesos más emblemáticos derivados del escándalo de los Juegos Deportivos Nacionales y Paranacionales de 2015, un capítulo que marcó profundamente la historia administrativa de la capital tolimense.
El exmandatario fue encontrado responsable de varios delitos relacionados con la contratación irregular de los estudios y diseños de los escenarios deportivos que, pese a haber sido pagados con recursos públicos, nunca se materializaron durante su administración. Entre las conductas señaladas se encuentran interés indebido en la celebración de contratos, celebración de contratos sin el cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación u omisión, cargos que sustentaron la decisión judicial.
Según la sentencia, la negligencia y las actuaciones irregulares del entonces alcalde contribuyeron a un detrimento patrimonial significativo, afectando la confianza ciudadana y generando un impacto negativo en la calidad de la infraestructura deportiva que Ibagué esperaba renovar para aquel evento nacional. Las investigaciones determinaron que las fallas en la contratación no fueron simples omisiones técnicas, sino decisiones que comprometieron la legalidad y transparencia del proceso.
El fallo incluye además una sanción de carácter intemporal que le prohíbe de manera permanente al exalcalde aspirar a cargos de elección popular o celebrar contratos con el Estado colombiano. Esta medida, de fuerte peso simbólico e institucional, busca garantizar que personas involucradas en hechos de corrupción no vuelvan a ocupar posiciones que les permitan manejar recursos públicos.
La condena se convierte en un nuevo capítulo dentro del extenso y complejo entramado de corrupción que salió a la luz tras el fracaso de los escenarios deportivos para los Juegos de 2015. En este caso, también fueron vinculados y procesados otros actores como alias El Chatarrero y el abogado Orlando Arciniegas Lagos, quienes desempeñaron roles clave dentro de la estructura que desvió recursos destinados a las obras.
Este episodio ha sido uno de los más recordados por la ciudadanía ibaguereña, al representar el colapso de uno de los proyectos más ambiciosos y estratégicos para el desarrollo deportivo de la ciudad. La falta de cumplimiento en las obras significó no solo un revés administrativo, sino un golpe a la imagen institucional de la capital del Tolima ante el país.
Con esta sentencia, la justicia reafirma su compromiso en la lucha contra la corrupción pública en la región, enviando un mensaje claro sobre las consecuencias de vulnerar la ley y de comprometer los recursos destinados al bienestar colectivo. La decisión también refuerza la necesidad de fortalecer los sistemas de control y vigilancia dentro de la administración local.
La comunidad espera que este fallo contribuya a cerrar uno de los episodios más lamentables en la historia reciente de la ciudad y sirva como punto de reflexión sobre la importancia de la transparencia en la gestión pública. Aunque la herida del fallido proyecto deportivo sigue abierta, la justicia avanza en esclarecer responsabilidades y en sentar precedentes para futuras administraciones.









