Una fotografía tomada dentro de la Casa Blanca muestra a un alto funcionario del gobierno del Donald Trump sosteniendo una carpeta en la cual aparecen imágenes manipuladas de los presidentes Nicolás Maduro y Gustavo Petro con uniforme de reclusos. El líder colombiano lo calificó como una campaña de desprestigio promovida por sectores de extrema derecha de ambos países y anunció que llevará el caso ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Una imagen difundida en redes sociales y foros internacionales ha generado alerta diplomática entre Colombia, Venezuela y Estados Unidos: un alto funcionario de la Casa Blanca aparece durante una reunión con congresistas republicanos sosteniendo una carpeta que contiene fotografías aparentemente editadas de Nicolás Maduro y Gustavo Petro vistiendo uniformes carcelarios. La fotografía habría sido tomada durante el almuerzo de semana en el Salón Oval del Ejecutivo norteamericano.
El mandatario colombiano, Gustavo Petro, reaccionó de inmediato al conocerse la imagen y la calificó como parte de una “estrategia de desprestigio” orquestada por sectores de extrema derecha en Colombia y los Estados Unidos. En su pronunciamiento público, agregó que llevará el caso ante la OEA para que sea investigada una posible conspiración internacional contra su gobierno y la soberanía de los países latinoamericanos.
Desde la Casa Blanca no se ha emitido hasta el momento un comunicado oficial que aclare el contenido de la carpeta, la autoría de su elaboración o su propósito. Algunos analistas sugieren que pudo tratarse de un ‘gag’ interno o de una provocación simbólica, mientras otros ven en la imagen un serio precedente de manipulación política de alcance internacional.
El incidente se produce en un contexto de tensiones crecientes entre Washington y América Latina, donde recientes declaraciones del presidente Trump admitiendo la autorización de operaciones de la CIA en Venezuela avivaron las suspicacias regionales sobre intentos de injerencia.
La difusión de estas imágenes ha causado revuelo tanto en Colombia como en Venezuela. En Caracas, el gobierno de Maduro señaló que esta carpeta forma parte de una escalada de presión diplomática, mientras en Bogotá, sectores de oposición y expertos en relaciones internacionales advierten sobre el riesgo que implican tales símbolos para la estabilidad regional.
Diversos medios estadounidenses, incluidos foros en la plataforma X (antes Twitter) y Reddit, destacan que la fotografía se vinculó a un almuerzo con senadores republicanos y que en la carpeta podrían leerse mensajes alusivos a una nueva “Trump Doctrine”, que presuntamente incluye a Colombia y Venezuela como blancos geopolíticos.
Para los expertos en diplomacia y seguridad internacional, este tipo de incidentes visuales pueden convertirse en herramientas de disuasión o intimidación, ya que aunque no representen una política oficial declarada, envían mensajes simbólicos a los gobiernos latinoamericanos y a sus poblaciones. Algunas fuentes advierten que la imagen podría constituir una prueba de “guerra psicológica” o propaganda encubierta.
En Bogotá, el gobierno del presidente Petro ha solicitado formalmente a la embajada estadounidense aclaraciones sobre el suceso y advertido que se reserva el derecho a activar procedimientos multilaterales para salvaguardar la dignidad del Estado colombiano. Por su parte, la OEA aún no ha anunciado si abrirá una investigación.





