A pesar de las advertencias de la Procuraduría y del recuerdo de la tragedia de 2022, las corralejas volvieron a El Espinal dejando un saldo de 15 personas lesionadas en apenas dos jornadas. Entre los heridos está una mujer en estado de gestación.
Las polémicas corralejas regresaron al municipio de El Espinal, Tolima, como parte de las festividades de San Juan y San Pedro, dejando nuevamente un preocupante balance en términos de salud pública y seguridad: 15 personas resultaron heridas, entre ellas una mujer embarazada. Todos los afectados fueron trasladados al Hospital San Rafael del municipio.
Este retorno, que tuvo lugar en la plaza de toros Gilberto Charry desde el pasado domingo 22 de junio, se dio tres años después de la tragedia de 2022, cuando una gradería colapsó provocando la muerte de cuatro personas y más de 300 heridos. Las corralejas reactivadas este año se realizaron bajo cuestionamientos por la calidad de los palcos y la procedencia de la madera utilizada.
El primer día de actividades taurinas dejó ocho personas lesionadas, según confirmó la Defensa Civil del Tolima. Una de ellas fue una mujer en avanzado estado de embarazo, cuya identidad no ha sido revelada, pero cuya situación ha generado gran indignación en redes sociales y entre sectores defensores de los derechos humanos.
Los heridos del domingo fueron identificados como Bárbara Gledis Ardila, David Sebastián Cárdenas, Fabián Antonio Murillo, Jhon Steven González, Cristian Jovanni Espinosa, Víctor Julio Valbuena y Juan Camilo Núñez Pupitrea. Las causas de las lesiones están relacionadas con embestidas de toros y caídas en el ruedo.
En la jornada del lunes festivo 23 de junio, siete personas más resultaron heridas. De estas, tres fueron embestidas directamente por los toros y una más fue atendida por enfermedad general. Todos los lesionados fueron remitidos al Hospital San Rafael para atención médica urgente.
Pese a las críticas de distintos sectores sociales y las advertencias emitidas por la Procuraduría General de la Nación, las corralejas seguirán realizándose hasta el 30 de junio, como parte del calendario oficial de las fiestas patronales. La administración local no ha suspendido las actividades, aunque sí ha prometido reforzar los protocolos de seguridad.
El regreso de las corralejas ha reabierto el debate entre quienes defienden esta práctica como parte de la tradición cultural y quienes piden su prohibición por considerarla riesgosa y violenta, tanto para los humanos como para los animales involucrados.
Organizaciones defensoras de los animales y colectivos sociales han exigido la suspensión inmediata de los eventos, argumentando que se expone la vida de cientos de personas por una práctica “anacrónica y peligrosa”, según expresaron en un comunicado público.
Mientras tanto, las autoridades locales han insistido en que las corralejas cuentan con acompañamiento de organismos de socorro y vigilancia médica, aunque reconocen que seguirán evaluando los incidentes para tomar decisiones frente a los eventos restantes.