Óscar Devia Patrullero de la METIB fue injustamente señalado por un delito que no cometió, pues el Mayor Jorge Molano lo había inculpado por los hechos relacionados con la muerte del joven ibaguereño Santiago Andrés Murillo que se dieron el pasado 1 de mayo en la calle 60 de la ciudad de Ibagué.
Esto lo llevó a que un Juez de la Justicia Penal Militar lo enviara preventivamente a una cárcel de la Policía Nacional, donde luego de esperar para que se arreglara su situación jurídica y esta fuera resuelta aproximadamente 4 meses después de los hechos, su defensa hizo la petición formal para que Devia recobrara la libertad debido que él no fue quien accionó su arma de dotación puesto que la Fiscalía ya había determinado por medio de perito que Molano era el responsable de los hechos.
Devia tras recobrar su libertad se trasladó a la ciudad de Bogotá donde compartió con su familia y retomó algo que le había arrebatado por varios meses, es por ello que en una entrevista expresó detalles sobre lo ocurrido el pasado 1 de mayo en la Calle 60 con Carrera 5 donde se desarrolló uno de los puntos álgidos en el marco del Paro Nacional.
“Yo estaba en un grupo de reacción. Estábamos apoyando un caso en Ibagué, cuando dice un cabo que habían pedido apoyo en la calle 60 con carrera 5°. Yo me subí en la moto y cuando llegamos al sitio estaba todo alterado. Había una situación en esa esquina y yo me imagino que por eso mi mayor Molano pidió apoyo por parte de la reacción. Él era comandante mío en ese momento. Eso fue llegar y observar lo que pasó. Cuando escuchamos fue los gritos del mayor, me dijo que no parara que no me fuera. Llegó a donde yo estaba, me dijo: ‘Bájese de la moto y présteme el casco’. Él arranca y la gente empieza a gritarnos. La gente se acercó a donde yo estaba y no sabía que hacer. Yo no sabía que estaba pasando. Fue cuando le pregunté al compañero que estaba al lado mío y me dijo que de pronto le habían pegado con una piedra a alguien. Pero la gente seguía encima. Yo temía que me fueran a hacer algo. Les decía que esperaran que llegara la ambulancia. Al rato, después de tantos gritos, observamos que una motocicleta se acercó, subieron a Santiago Murillo y se lo llevaron”.
De igual forma, le preguntaron sobre si en ese momento accionó su arma de dotación y Devia dijo claramente que nunca accionó su arma de detonación, despejando claramente y reafirmando su inocencia, pues la teoría de la Fiscalía se reafirma porque en su momento dijo que quien tuvo responsabilidad de la muerte del joven Murillo era el Mayor Molano, debido que su accionar no correspondió a un acto del servicio.
“Desde el principio me han preguntado eso. Nunca accioné mi arma de dotación. Ese día duré hasta la 1:00 a.m. laborando. A esa hora termina el servicio. Después de esa hora, nos retiraron para llegar a entregar el armamento y la munición. Me fui a descansar después de eso, con la conciencia tranquila. Para que nos recibieran los elementos la condición era tener todo al día. Si hubiese visto la novedad, el jefe del armerillo de una vez pasaba el reporte. Entregué todo y me fui a descansar”.
Frente a esto no queda duda de la inocencia del uniformado, pues se convirtió en testigo de la Fiscalía luego de recobrar la libertad el pasado 12 de octubre luego de estar preso por cuatro meses en la cárcel para la policía en Facatativá, Cundinamarca, pues en primera instancia Molano había tratado de desviar la investigación y responsabilizar a otros integrantes de la institución para librarse de culpas sobre el caso Santiago Murillo, que desde el primer momento tuvo la mirada de diferentes organizaciones de Derechos Humanos nacionales e internacionales.
Hay que recordar que el próximo 25 de noviembre será la audiencia preparatoria para el juicio del Mayor Molano quien en la actualidad sigue vinculado a la investigación formal que tiene la Fiscalía en contra del uniformado.