Residentes de la calle 10, entre carreras Séptima y Octava, expresan su preocupación por la reciente tala de dos árboles realizada por la empresa Celsia, recordando antecedentes de deforestación en la zona.
La comunidad del centro de Ibagué ha manifestado su indignación por la tala de dos árboles en la calle 10, entre carreras Séptima y Octava, frente al establecimiento Palmito. La intervención, realizada por la empresa Celsia, ha generado un fuerte rechazo entre los habitantes, quienes temen la pérdida progresiva de áreas verdes en la ciudad.
Los vecinos recuerdan que en el pasado se ejecutó una tala masiva en los andenes del terraplén de la calle 10, cerca del parque Centenario, lo que desató una controversia ambiental. En esa ocasión, organizaciones como la Sociedad de Arquitectos Paisajistas (SAP) calificaron la acción como una “fatalidad” para el ecosistema urbano, denunciando la falta de planificación en la conservación del arbolado.
Paradójicamente, Celsia ha promovido iniciativas ambientales en la ciudad, como la donación de 2.000 árboles en diciembre de 2024 para su siembra en diferentes sectores de Ibagué. No obstante, los habitantes cuestionan la coherencia de la empresa al realizar talas en el casco urbano mientras impulsa reforestaciones en otras zonas.
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Ante la falta de un pronunciamiento oficial por parte de Celsia o la Alcaldía de Ibagué, la comunidad exige explicaciones sobre los motivos de la intervención y pide garantías para la protección de los árboles restantes en la zona. Asimismo, solicitan mayor participación ciudadana en la toma de decisiones relacionadas con el manejo del arbolado urbano.
Este caso reaviva el debate sobre la gestión ambiental en la capital tolimense y pone en evidencia la necesidad de establecer políticas claras que equilibren el desarrollo urbano con la conservación del medio ambiente.