El equipo ibaguereño cayó 1-0 ante FBC Melgar y se despidió prematuramente del torneo continental, dejando dudas sobre la gestión de la dirigencia y el rendimiento del plantel.
El Deportes Tolima sufrió una temprana eliminación en la Copa Libertadores 2025, tras perder por la mínima diferencia (1-0) en el partido de vuelta frente al FBC Melgar de Perú. Con un global de 2-0, los ‘Pijaos’ cerraron su participación en la segunda fase previa del certamen, evidenciando las falencias de un equipo que no logró competir a la altura del desafío internacional.
Esta eliminación marca un nuevo revés para el club, que celebraba su décima participación en el torneo tras sus campañas en 1982, 1983, 2004, 2007, 2011, 2013, 2019, 2020 y 2022. Sin embargo, a lo largo de 180 minutos, el equipo dirigido por el español Ismael Rescalvo no pudo marcar un solo gol y, en cambio, concedió dos, dejando una imagen opaca y preocupante para su afición.
Uno de los factores clave en este traspié ha sido la estrategia de fichajes adoptada por la directiva, encabezada por César Camargo Serrano. Con una inversión moderada, el club intentó competir en el torneo más prestigioso de Sudamérica, pero la apuesta no dio resultados. A pesar de haber incorporado ocho jugadores para la temporada, ninguno logró marcar la diferencia en la serie ante los peruanos.
La falta de efectividad en el ataque y la desconexión en el medio campo fueron evidentes a lo largo de la eliminatoria, dejando en entredicho el trabajo del cuerpo técnico y la planificación del club. Más allá del golpe deportivo, la eliminación también representa una pérdida económica significativa, ya que avanzar en la Copa Libertadores implica millonarios ingresos por derechos de transmisión y premios de la Conmebol.
Desde la dirigencia, el presidente Camargo ha defendido su modelo de gestión, argumentando que las contrataciones fueron pensadas en función de la sostenibilidad financiera del equipo. Sin embargo, los resultados deportivos han generado malestar en la hinchada, que esperaba un plantel más competitivo para afrontar este desafío.
Con este fracaso internacional, el Deportes Tolima deberá enfocarse en los torneos locales, especialmente en la Liga BetPlay 2025, donde intentará redimirse y recuperar el apoyo de su afición. No obstante, el mal inicio de año deja interrogantes sobre la continuidad del proyecto deportivo y las decisiones que se tomarán en las próximas semanas.
La temprana despedida del equipo de Ibagué de la Copa Libertadores reaviva el debate sobre la planificación y ambición de los equipos colombianos en el contexto internacional. Mientras algunos clubes apuestan fuerte por reforzarse, otros priorizan la estabilidad económica, aunque a costa de los resultados deportivos. El tiempo dirá si el Tolima logra reponerse o si este revés marcará un punto de inflexión en su proyecto institucional.