El Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, Nariño, cerró su 50ª edición con un desfile magno que encantó a propios y visitantes. Este evento, que conmemoró cinco décadas de rica tradición cultural, se destacó por su esplendor y la participación especial de dos delegaciones invitadas: los diablos y guardianes de semillas del territorio Quillacinga de Obonuco, y una destacada representación de la República Dominicana.
En el desfile, que marcó el último día oficial de las festividades, se presentaron 29 disfraces individuales, 28 murgas, 30 comparsas, 10 carrozas tipo B y 18 carrozas tipo A. Cada manifestación artística reflejó los sueños, las tradiciones, la cultura y la diversidad única que caracteriza al departamento de Nariño. Entre los motivos representados en el desfile destacaron la naturaleza, los ancestros, mitos y leyendas, la mujer y la rica biodiversidad de la región.
Edgar Bravo, autor de la comparsa entre seres y quehaceres, compartió: “Esta obra que presentamos hoy es la representación de algunos de los relatos que identifican nuestras raíces en los Andes, donde representamos a los seres que cumplen una función determinada, no solo en la oralidad, sino en la cultura y el acervo patrimonial de nuestra identidad”.
Las carrozas, denominadas tipo A y B en esta edición, fueron el punto culminante del desfile, siendo aclamadas por la meticulosa artesanía y atención a cada detalle de su motivo. Los artesanos se esforzaron por resaltar las tradiciones e historias que han marcado el Carnaval de Negros y Blancos, consolidándolo como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Albert Rahomir Toro, artesano de la carroza Andina, destacó: “La propuesta muestra una mujer Andina, esa mujer ancestral que lucha incansablemente en pro de defender la naturaleza, acompañada por el majestuoso cóndor, símbolo de la libertad y guardián de los Andes”.
Además de la exaltación de la cultura, muchas de las carrozas llevaron mensajes ambientales y llamados a la acción frente a la crisis ambiental global. “Esta carroza es un mensaje de que nos estamos dirigiendo a un camino de autodestrucción, por eso debemos pensar en detener la deforestación y cuidar nuestra Pachamama”, señaló Albert.