El director del Instituto Nacional de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés, renunció a su cargo este jueves en medio de la polémica que se ha generado sobre el manejo que le dio la entidad a los resultados forenses de Jorge Enrique Pizano, el testigo clave en el escándalo de Odebrecht.
El funcionario, que estaba en el cargo desde el 2011, comunicó su renuncia en una intervención pública en el búnker de la Fiscalía, en Bogotá.
Ahí, el médico aceptó haberse “equivocado” en exámenes practicados durante el caso Pizano
Fue el mismo Instituto quien divulgó este jueves el error, horas antes de que Valdés presentara su renuncia.
La equivocación pondría en duda la premisa de que Pizano habría muerto por causas naturales, como se dijo en un inicio.
El fallecimiento del testigo clave de la Fiscalía en el caso de Odebrecht ocurrió el pasado 8 de noviembre, y el dictamen forense señaló que había sido por un paro cardiorespiratorio. Tres días después, el hijo de Pizano, Alejandro, murió en la casa familiar tras consumir una botella de agua que había en el escritorio de su padre, y que contenía cianuro, según las investigaciones de la Fiscalía.
Con esa segunda muerte se despertaron dudas sobre si la muerte de Pizano padre habría sido realmente por causas naturales, o si habría sido envenenado.Entonces, Medicina Legal decidió hacer nuevas pruebas sobre el cuerpo de Pizano, y sobre la “mancha marrón” de la toalla.
El cuerpo no arrojó resultados positivos, y así fue comunicado por Valdés. Sin embargo, médicos forenses del sindicato de Medicina Legal aseguraron que las pruebas no eran válidas, pues el cadáver ya contenía formol, y este podía alterar los resultados