Las Fuerzas Militares de Colombia han emitido una alerta ante el plan de expansión territorial que las disidencias de las Farc pretenden ejecutar en el Eje Cafetero. Según un documento confidencial, las acciones estarían lideradas por alias Iván Mordisco y alias Calarcá, quienes buscan reforzar su presencia en el Quindío y otras zonas estratégicas del país.
El informe destaca que, pese a haber sido aliados en el pasado, Mordisco y Calarcá ahora se encuentran enfrentados por desacuerdos relacionados con economías ilícitas y la política de paz total. Esta rivalidad ha desencadenado enfrentamientos armados en regiones como Putumayo y Caquetá, lo que añade complejidad al panorama de seguridad nacional.
Uno de los puntos críticos de esta estrategia es la reactivación de dos frentes guerrilleros en la región. Según información de inteligencia, alias Marlon, cabecilla del frente Isaías Pardo, ha manifestado públicamente la intención de fortalecer su control en el Eje Cafetero como parte de su lucha armada contra la fuerza pública.
El documento señala que las disidencias buscan desempolvar el frente Jerónimo Galeano, que tendría injerencia en Roncesvalles, Tolima, y reactivar el frente Héroes de Marquetalia, con operaciones proyectadas en el departamento del Quindío. Estas acciones representarían un aumento significativo de la presencia de grupos armados en la región, lo que ha encendido las alarmas en las autoridades locales y nacionales.
Además, las Fuerzas Militares han identificado que los grupos armados organizados residuales (Gaor) están utilizando estas estrategias para establecer corredores estratégicos que les permitan consolidar actividades ilícitas, como el narcotráfico y la extorsión, en territorios clave para su expansión.
Las autoridades han intensificado las operaciones de vigilancia y control en el Eje Cafetero, especialmente en puntos críticos señalados en el informe. “Estamos trabajando para neutralizar cualquier acción que ponga en riesgo la seguridad de los ciudadanos y el orden público en la región”, afirmó una fuente oficial.
Este panorama subraya la importancia de un esfuerzo conjunto entre las instituciones del Estado y la sociedad civil para frenar el avance de las disidencias en el Eje Cafetero, una región que históricamente ha sido afectada por el conflicto armado, pero que también ha demostrado capacidad de resistencia y resiliencia.