El Departamento de Estado señaló que la reciente descertificación de Colombia se debe al liderazgo político de Gustavo Petro, que no habría respaldado adecuadamente los esfuerzos contra los cultivos de coca, pese a las incautaciones récord. Reconoce los operativos, pero pide reforzar la política de erradicación y la demanda internacional de drogas.
Este jueves, el Departamento de Estado de EE.UU. respondió a W Radio afirmando que la decisión de “descertificar” a Colombia en la lucha antidrogas no implica una crítica a la labor de sus fuerzas de seguridad o del sistema judicial, sino que se debe a lo que consideran “políticas fallidas” del presidente Gustavo Petro.
Según el portavoz estadounidense, aunque Colombia ha logrado cifras récord en incautaciones de drogas y destrucción de laboratorios, esos esfuerzos no han sido acompañados con un respaldo estatal suficiente para controlar el aumento histórico de cultivos de coca y producción de cocaína.
En el informe presentado, EE.UU. sostiene que la política antidrogas actual ha disminuido fuertemente la erradicación forzada, una herramienta que mide su compromiso. Este indicador ha sido uno de los puntos críticos para determinar su percepción de incumplimiento.
Mientras tanto, el Gobierno de Colombia ha enfatizado que hay otros factores en juego, como la demanda internacional de drogas —principalmente en EE.UU. y Europa— que impulsan los cultivos de coca, así como daños estructurales heredados de administraciones anteriores. Petro ha señalado que las políticas de fumigación y erradicación forzada han sido poco efectivas y que su enfoque busca reducir el daño social.
El Departamento de Estado reconoció logros de Colombia como las incautaciones récord de cocaína, la destrucción de laboratorios y extradiciones de narcotraficantes. Sin embargo, especificó que estos han sido “contrarrestados por el nivel sin precedentes de cultivo de coca” y por una falta de respaldo político decidido frente al problema estructural.
Datos oficiales citados indican que las métricas de cumplimiento han decrecido año tras año: en 2021 Colombia interceptaba un 54 % de la producción potencial de cocaína estimada, en 2022 ese porcentaje bajó al 39 % y en 2023 cayó aún más hasta el 32 %. Estos porcentajes son usados por Estados Unidos como prueba de una política pública que no está dando los resultados esperados.
Para EE.UU., la herramienta de la “Lista de Países Mayores” (Major Countries List) sirve para evaluar cuán efectivos son los esfuerzos contra drogas de países productores o transitarios. En ese contexto, la falla no está en los operativos, sino en la ausencia de una política integral que combine erradicación, demand reduction (reducción de demanda), respaldo institucional y cumplimiento político.
La reacción del Gobierno colombiano fue de rechazo, planteando que la decisión ignora los sacrificios de policías y militares, así como el trabajo institucional desarrollado. Además, advierte que la medida tiene implicaciones diplomáticas, económicas y políticas, especialmente en el periodo electoral que se vive.











