Este domingo Estados Unidos atraviesa la quinta jornada de protestas y violencia tras la muerte de George Floyd. Miles de personas se manifestaron nuevamente en numerosas ciudades, mientras que en Minneapolis, donde el hombre afroamericano falleció por asfixia a manos de la policía, un camión cisterna intentó arrollar a los manifestantes. En Santa Mónica (California), en tanto, se volvieron a registrar saqueos.
Cientos de personas se manifestaban en la interestatal 35 de Minneapolis cuando advirtieron que un camión cisterna se dirigía a toda velocidad hacia el corazón de la protesta. La imagen aérea del momento muestra cómo la multitud se abre hacia los costados para evitar ser arrollados. Según las autoridades, el conductor no sufrió heridas de gravedad y ningún manifestante fue arrollado.
Por la tarde, en Santa Mónica cientos de manifestantes saquearon tiendas como Nike, Converse y VANS, en el centro de la ciudad. Un video divulgado en las redes sociales muestra cómo decenas de personas detienen una camioneta que transportaba productos comprados por Amazon, y se llevan la mercancía.
Ante esta ola de protestas y violencia, al menos unas 40 ciudades de Estados Unidos han impuesto este domingo toques de queda en respuesta a los violentos disturbios.
Horas antes, la Guardia Nacional confirmó la movilización de 5.000 efectivos en 15 estados y el distrito de Columbia, donde se encuentra la capital, Washington D.C., para contener los disturbios derivados de las protestas por la muerte de Floyd.
Por su parte, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) está desplegando agentes en todo el país para sumar esfuerzos con autoridades locales y federales para controlar las protestas.
Así, son varios puntos de California, como el condado de Los Ángeles, San Francisco, o Beverly Hills, en donde se ha decretado el toque de queda. Al igual que en otras ciudades de una veintena de estados, como Denver, Miami, Orlando, Atlanta, Chicago, Indianápolis, Louisville, Detroit, Kansas, Cleveland, Seattle, Filadelfia, Portland, Dallas, o San Antonio, en otras.
En el caso de Arizona, las autoridades han impuesto el toque de queda en todo el estado durante esta semana. Su gobernador, Doug Ducey, señaló, según informó la cadena CNN, que esta medida permitirá a la Policía “arrestar a aquellas personas que planeen amotinarse, saquear o causar daños y disturbios”.
Las protestas han continuado este domingo, como en la ciudad de Nueva York, en donde se ha podido ver a agentes de policía sumándose a las reivindicaciones de los manifestantes, quienes han pedido justicia para Floyd en medio de movilizaciones pacíficas.
En Saint Paul, ciudad contigua a Minneapolis, epicentro del movimiento, miles de personas se manifestaron en la tarde del domingo contra el racismo y en reclamo de que todos los policías implicados en la muerte de Floyd rindan cuentas ante la justicia.
Otras manifestaciones estaban en curso en Washington, Miami y Nueva York. “Black Lives Matter” (“La vida de los negros vale”), “No puedo respirar” (las últimas palabras pronunciadas por George Floyd) son las consignas más coreadas en las protestas.
Por su parte, la Oficina del Sheriff de Hennepin en Minnesota, en el norte del país, confirmó el traslado a la cárcel del condado de Derek Chauvin, el agente de Policía de Minneapolis que aprisionó con su rodilla el cuello de Floyd durante casi diez minutos, pese a hacerle saber en varias ocasiones que no podía respirar.
La muerte esta semana de Floyd ha desatado protestas, disturbios y saqueos en la ciudad más poblada del estado de Minnesota, ahora bajo estado de emergencia.
Desde el martes todas las noches se han registrado protestas y disturbios en una treintena de ciudades del país, que se han saldado con tres muertos y cientos de detenidos.
El presidente Donald Trump pidió este sábado mano dura contra los manifestantes que provocan hechos de vandalismo y expresó a las autoridades estatales su disposición de enviar al Ejército para aplacar los disturbios.
Joe Biden, virtual candidato demócrata a la presidencia, se unió este domingo a las protestas en Wilmington, Delaware, donde habló con protestantes y se sacó fotos con algunos de ellos. “Somos una nación con dolor ahora mismo, pero no debemos permitir que este dolor nos destruya. Como Presidente, ayudaré a dirigir esta conversación, y más importante aún, escucharé, como lo hice hoy visitando el lugar de las protestas de anoche en Wilmington”, señaló el ex vicepresidente en su cuenta de Twitter.