Lo que algunos califican de ‘Apoteósico’, ‘Probar Finuna’, ‘Monumental’ y ‘Golpe de autoridad’ , no fue más que el culmen del derroche, los excesos, las extravagancias, la soberbia y el abuso del poder que mal gobierna al Tolima.
168 buses, 40 de ellos de Ibagué. El resto de municipios del Tolima, Huila, Cundinamarca y Quindío.
Por primera vez en la historia politiquera del Tolima, se vieron repartir por parte de un mismo convocante: miles de cachuchas, busos, banderas, bombas, afiches, pancartas, abanicos, sombrillas y hasta ruanas azules marcadas con el logo del candidato, estas últimas para las personas que venían de zonas frías. Además de pantallas led gigantes, tarima tipo concierto y animación de locutor deportivo nacional de carreras de ciclismo.
Un abogado, en son de chiste, dijo a esa hora de la fría tarde del viernes 25 de febrero, ¿será que la plata salió de la empresa Central Pecuaria?
La realidad es que ¡NO! El dinero de esa movilización desbordadamente ostentosa y humillante, de 1/4 del Millón de Dólares, salió de los dineros públicos de Ibagué y el Tolima, que vía coimas, contratos, y sobrecostos de las obras de cemento, es decir, de LA CORRUPCIÓN, están imposibilitando que disminuyamos el hambre, la pobreza, el desempleo y la inequidad.
Repito: el resto de la clase política regional, con muy pocas excepciones, pareciera hoy mirar para otro lado. Nerviosos y temblorosos porque sienten que no hay nada que hacer ante la “tierra arrasada” que se anuncia para el próximo 13 de marzo y presienten que tendrán que arrodillarse al Sultán en el Cañón del Combeima y sobrevivir con las migajas.
Pero no es mi caso. Nos corresponde decirlo hoy y dejarlo consignado en las páginas de la historia Regional que algún día tendrá que escribirse.
Rubén Darío Correa Carvajal, Concejal de Ibagué.