Por: Vivian Díaz – Crónica Especial para Tolima 7 días
Corría el año 2012, y el entonces congresista Telésforo Pedraza (Q.E.P.D) propuso un homenaje con condecoración para el maestro Fernando Botero.
El Representante Pedraza comentó lo absurdo que le parecía que, en el Congreso de la República, nadie le hubiera hecho un homenaje a Botero mientras que en otras partes del mundo era casi un “Dios”.
Foto: Johnny Hoyos – Proporcionada por : Vivian Díaz
Yo era la jefe de prensa de Pedraza, llegué a su oficina en agosto del 2009, y en tal condición seguía sus actividades. Pedraza era miembro de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, y creo que fue ahí en donde surgió la idea de su condecoración, lo cual propuso en marzo de 2012 en la Comisión Segunda en la Cámara de Representantes.
Al Maestro se le haría el homenaje y se condecoró con la Orden de la Democracia ‘Simón Bolívar’,Gran Cruz Extraordinaria con Placa de Oro, durante sesión plenaria en el Salón Elíptico, el miércoles 18 de abril. Pedraza, en principio, pensó que la oficina de comunicaciones del Maestro Botero, haría las relaciones públicas, pero por alguna razón que desconozco decidió que su equipo de la UTL trabajará en torno al evento.
Foto: Johnny Hoyos – Proporcionada por : Vivian Díaz
Así, hicimos contacto con el exministro Fernando Botero para confirmar que su padre aceptaba la condecoración el día propuesto, y acordar el protocolo de la ceremonia, e igualmente el listado de invitaciones especiales. Botero nos confirmó quienes asistieron y nos pidió ser muy estrictos con el horario porque el Maestro ese día tenía otros compromisos, pues venía a celebrar su cumpleaños en Colombia, con una exposición de varias de sus obras en diversas ciudades del país, incluida Bogotá.
Foto: Johnny Hoyos – Proporcionada por : Vivian Díaz
Así se dispuso todo el protocolo y la seguridad, yo me concentré en enviar comunicados a medios nacionales e internacionales, todo quedó organizado. En la mañana del 18 abril, durante la sesión de la Comisión Segunda, el Representante pidió la palabra para recordarles a los miembros de la Comisión,que estaban citados para las 2:00 de la tarde en el Capitolio, al acto de condecoración; hacía un sol terrible, y en las oficinas había mucho revuelo, se respiraba tensión. Minutos antes de las dos de la tarde llegó el maestro con su esposa, la señora Sophia Vari (Q.E.P.D.), una mujer encantadora, simpática y amable, igualmente sus hijos Fernando, Juan Carlos y Lina, también muy cordiales, quienes se mostraron agradecidos por el homenaje a su padre.
Foto: Johnny Hoyos – Proporcionada por : Vivian Díaz
Por el saludo que se dieron el Maestro Botero y mi jefe Pedraza, amable pero distante, supuse que no eran amigos, nunca se lo pregunté, pero podría asegurar que fue la primera vez que se veían. Entraron al Salón Elíptico, en la mesa principal estaba Simón Gaviria, presidente de la Cámara, se hizo la ceremonia, Pedraza hizo un discurso destacando las calidades del Maestro, con un recorrido por la exitosa carrera y el reconocimiento que tenía en el mundo; acto seguido, le impuso la banda y le entregó la condecoración; el Maestro, visiblemente emocionado, contestó el discurso, habló del Presidente Juan Manuel Santos, recordó que se había preparado toda su vida para dicho cargo, destacó que lo estaba haciendo bien y confesó que esperaba que el proceso de paz con la guerrilla de las Farc, llegara a buen término.
La ceremonia tardó en comenzar debido a que varios congresistas no llegaron a tiempo, como tampoco los medios de comunicación invitados, tristemente, el Salón Elíptico no se llenó como todos suponíamos que sería, al fin de cuentas, no todos los días hay oportunidades de conocer, saludar y condecorar un genio de las artes plásticas, reconocido y agasajado en todo mundo.
Después, Botero, su familia y Pedraza, salieron hacia el Salón Luis Carlos Galán, para tomar un café. El Maestro iba molesto y miraba el reloj, me insistía casi sin mirarme que se le estaba haciendo tarde para un compromiso, yo, trataba de explicarle que ahí no demoraría más de unos minutos; extrañamente, no hubo entrevistas, en cambio sí varios fotógrafos, entre ellos el periodista y vitalicio fotógrafo del Congreso, Johnny Hoyos, quien me tomó la única foto que tengo con el maestro, vamos caminando, sin pose y con cara de agotamiento, por mi parte.
Foto: Johnny Hoyos – Proporcionada por : Vivian Díaz
No tuve tiempo para pensar en que para mí sería una oportunidad irrepetible. En ese momento, ocurrió el hecho más anecdótico del día, se acercó Jairo Rodríguez, un señor bien arreglado, con traje y corbata, quien de manera respetuosa, le pidió al Maestro Botero que le autografiara la caja de lustrar calzado, que era su herramienta de trabajo en el Congreso. Entonces, la actitud del Maestro cambió radicalmente, su prisa se esfumó, de su rostro desaparecieron los signos de tensión y de enfado, le dijo que sí, que con todo gusto; se sentaron, le hizo un dibujo y firmó la caja de embolar ante la mirada expectante de todos los que allí estábamos. Hubo bromas, risas, y nadie más se atrevió a pedirle un autógrafo. Esa es Colombia.
Dicen que Jairo Rodríguez, mucho tiempo después, no sé si meses o años, vendió la famosa Caja y que con el dinero recibido compró una casa. Ojalá así haya sido. Mi jefe, el congresista Telésforo Pedraza, pudo tomarse el café con el Maestro y sus familiares, y posar para las fotos. Se despidieron y se fueron. Así transcurrieron los estresantes minutos del día en que conocí y saludé al Maestro Fernando Botero. Gloria eterna para él.
Foto: Johnny Hoyos – Proporcionada por : Vivian Díaz
El cargo El día que conocí al maestro Fernando Botero apareció primero en Tolima 7 días.