La administración municipal de Andrés Fabián Hurtado desde que empezó su periodo de Gobierno ha marcado uno de los momentos más importantes, no sólo por el tema de pandemia, también porque muchos ciudadanos ven con preocupación que le falta un poco menos de un año para que él se vaya.
Algunos se cuestionan el poco avance en la materialización de algunos procesos, sobre todo en materia de movilidad, acueducto complementario, malla vial, huecos, infraestructura estratégica que esta administración haya gestionado y que no dependa de pasadas administraciones.
Algunas muy buenas o pocos buenas han sido el cambios del flujo de la movilidad con arreglos paliativos, sobre todo en sectores estratégicos como la Avenida Ambalá, Avenida Guabinal, Avenida Pedro Tafur, vía Mirolindo, la carrera 6, entre otros para las horas pico que generan munumentales trancones haciendo el difícilaccesopara propios y visitantes, pues el parque automotor aumenta exponencialmente en época vacacional, festividades o de cembrina.
Así mismo, de la maratónica tapada de huecos previamente a las fiestas de mitad de año como mediada paliativa para recuperar una malla vial que en sectores de Ibagué, aún tiene los rastros de lo que fue una vía pavimentación o en su defecto que nunca ha tenido tal cosa parecida, pero lo cierto es que en algunos tramos Ibagué Vibra, mientras los huecos lloran.
A su vez, al alcalde Hurtado le queda aproximadamente 547 días en su cargo, quien se ha visto envuelto no solo por escándalos al parecer de corrupción, viajes, defenderse a nivel legal por sus procesos no solo de piques ilegales cuando fue gerente del aeropuerto; ahora último, por el temas del uso indebido de estadio de Ibagué.
Finalmente, algunos ciudadanos le cuestionan al mandatario que hasta la fecha aún no ha hecho cumplimiento en su totalidad de su plan de gobierno municipal, pues parte de sus promesas como el musicable no tuvo vida en esta administración.