Pareciera verídico que, en la política, el amor y el futbol no hay nada escrito; y así lo observan todos los conocedores del debate electoral en Colombia, la puja política de los precandidatos a la presidencia no cesa en cada sector y el precandidato presidencial Camilo Romero sigue sin parar. Sin embargo, algunos aún se preguntan… ¿Quién carajos es Camilo Romero?
A este sureño, Ipialeño, lo conocí hace más de ocho años en un debate abierto sobre innovación política de precandidatos presidenciales en la universidad donde estudié mi pregrado, llamó mi atención desde su relato tres cosas que posicionaban al Nariñense:
- Dirigió el periódico universitario El Grafito y organizó el movimiento Tienen Huevo en 2001, el cual se destacó por su crítica irreverente a la clase política tradicional.
- Participó en la creación de TeleSur en 2005 (Reconocido portal periodístico internacional), como Jefe de la Unidad de Investigación y Análisis, y posteriormente como Jefe de Corresponsalía en Colombia.
- Forjó un proceso de liderazgo social y juvenil, y con su visión independiente arropó el estilo de la innovación en la política y los partidos, tiempo después fui testigo de su liderazgo en el primer gobierno abierto del país cuando estuvo en la Gobernación de Nariño.
Durante estos años he admirado varias de sus luchas, me gustó la formación de líderes (Con la promoción de la Escuela de Innovación Política) la defensa medio ambiental siendo el primer gobierno de Colombia en reconocer los derechos de la naturaleza y uno de los pioneros en la protección de los animales.
Es curioso en realidad ver a un líder que afirma creer más en la fuerza de la ciudadanía de la gente que en la fuerza de partidos arcaicos –Muchos políticos solo sirven a los partidos por interés en sus maquinarias-. Parece que el Doctor Romero hace parte de esta nueva ciudadanía que cree en la fortaleza de conectar las históricas luchas políticas con relación al campesino, la paz y las comunidades que han estado históricamente segregadas, discriminadas e invisibilizadas por la dirigencia política tradicional -que los busca en elecciones, pero los olvida en gobierno- con las nuevas demandas sociales que son ambientalistas, animalistas y defensoras de la vida en todas sus formas.
Para terminar, Camilo Romero ha sido el único precandidato presidencial en esta palpitante e histórica coyuntura nacional que ha escuchado una a una nuestras propuestas en favor de los jóvenes en Colombia –Un pacto que anexo a esta Columna para su conocimiento y reflexión-.
- Puede leer: Todos miren hacia arriba
PACTO JUVENIL CON CAMILO ROMERO
Juntar las voluntades políticas del gobierno nacional y de la Representante a la Cámara para hacer cumplir las disposiciones expuestas en el Estatuto de Ciudadanía Juvenil.
Unión en la defensa de la educación pública, universal y gratuita. Universidad en el campo, garantía de acceso a la educación superior, educación auxiliar, técnica, tecnológica y profesional para jóvenes (Urbano y rurales) en los municipios.
Vincular las recomendaciones y sugerencias de Consejeros y Consejeras nacionales de juventud en la agenda pública del gobierno, escuchando de forma activa las propuestas generadas por las asambleas de juventud, las plataformas juveniles y los Consejos de juventud.
Exigibilidad de políticas públicas de juventud para todos los departamentos y los municipios de Colombia, exigencia en el departamento del Tolima, actualizadas, aprobadas e implementadas.
Nombrar en su equipo de gobierno un porcentaje amplio de jóvenes, luchando por óptimas condiciones laborales y de remuneración justa para jóvenes campesinos, seguridad social para lo rural y jóvenes de segunda oportunidad.
Trazar un plan nacional decenal de juventud, acompañado de una política pública nacional que blinde de garantías para el goce efectivo de derechos de jóvenes en Colombia, aterrizando el CONPES 4040 de Juventud.
Ubicar en la agenda pública nacional la salud mental y los derechos sexuales y reproductivos, la cátedra de planificación familiar con enfoque diferencial y de responsabilidad como prioridad de atención.
Disrupción en la política tradicional, gobierno abierto, innovación pública y enfoque diferencial para el tratamiento de los jóvenes en todas las organizaciones públicas, disposición de recursos para implementación de políticas públicas de juventud. Observatorios departamentales de juventudes, con línea de observación sobre la seguridad y el delito, violaciones de derechos humanos, informes periódicos con batería de indicadores y sistema departamental y nacional de alertas tempranas.
Disruptivos por Colombia.