Gerardo Ramírez aseguró que a Karina le dieron una orden y ella tenía la obligación de cumplirla, ya que se trataba de un traslado que debía realizar. El padre destacó que no se trata de irresponsabilidad, sino de una situación en la que su hija tenía que viajar.
Karina Ramírez y sus hijos se encuentran actualmente en la capital recibiendo atención médica y psicológica. Se les están realizando exámenes exhaustivos para descartar cualquier tipo de condición derivada del secuestro. Mientras tanto, en Arauca, líderes sociales han emitido un llamado al gobierno en busca de una solución pacífica en la región.
Durante la conferencia de prensa, el padre de la sargento también hizo un llamado a la guerrilla del ELN para que demuestre disposición hacia una paz verdadera. Aunque Gerardo Ramírez no ha podido hablar directamente con su hija desde su liberación, se ha informado que se encuentran en buen estado de salud y fuera de peligro. Actualmente, están siendo sometidos a una revisión médica completa.
El padre de Karina Ramírez resaltó que la orden que recibió su hija era parte de sus funciones y no se trató de una acción irresponsable. Además, mencionó la falta de recursos económicos como una de las razones por las cuales no pudo utilizar otro medio de transporte.
Por su parte, líderes sociales en Arauca han condenado el secuestro de la sargento y han pedido garantías para lograr una paz verdadera en la región. Carlos Guerrero, uno de los líderes, destacó que es contradictorio hablar de paz en diversos escenarios mientras en territorios como Arauca se vive un enfrentamiento entre la insurgencia y las fuerzas oficiales. Asimismo, hicieron un llamado a los grupos insurgentes del ELN y a las disidencias de las FARC para que cesen el fuego y aprovechen la oportunidad de buscar una paz duradera.
Finalmente, la liberación de la sargento Karina Ramírez y sus hijos, así como los llamados a la paz en Arauca, evidencian la necesidad de buscar soluciones pacíficas y garantizar la seguridad en las regiones afectadas por el conflicto armado. La sociedad espera que tanto el gobierno como los grupos armados encuentren caminos de diálogo y negociación para construir una paz duradera y estable en Colombia.