Gutiérrez, quien posee el 80% del negocio y lidera el proyecto, ha reconocido públicamente que carece de la documentación e información requerida para llevar a cabo la tala de 195 especies arbóreas de manera adecuada. Esto incluye la falta de caracterización de algunas especies de flora que podrían verse afectadas por las obras y la ausencia de una socialización efectiva con la comunidad universitaria y los colectivos ambientales de la ciudad.
Este nuevo retraso ha generado sorpresa, ya que recientemente el alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, había instado a Cortolima a otorgar rápidamente el permiso de aprovechamiento forestal. Sin embargo, parece que el contratista no ha podido cumplir con los requerimientos ambientales dentro del plazo establecido.
Cortolima ha accedido a dar una prórroga de 45 días, aunque con una advertencia clara: si el contratista no logra cumplir con los requisitos dentro de ese período, se decretará el desistimiento y el archivo del expediente. Esto significa que la obra, valuada en 40,000 millones de pesos y programada para su entrega en diciembre, podría enfrentar un futuro incierto y posibles retrasos significativos.
Este problema con la falta de permisos ha generado preocupación entre expertos ingenieros consultados, quienes han señalado que revela una serie de improvisaciones y falta de organización en el proyecto. Según estos expertos, lo habitual sería que los permisos ambientales se obtuvieran antes del inicio de la obra, y no depender del contratista para llevar a cabo estos trámites.
En cuanto a la responsabilidad de obtener estos permisos, la Alcaldía de Ibagué ha sostenido que es responsabilidad del contratista de la obra realizar los trámites ante la autoridad ambiental. Sin embargo, esta afirmación ha generado un debate sobre quién debería encargarse de este proceso fundamental para la obra. La construcción del esperado puente elevado en la calle 60 con carrera Quinta en Ibagué ha enfrentado un nuevo desafío que podría provocar retrasos significativos en su ejecución.
El tiempo apremia para este proyecto, ya que la Alcaldía de Ibagué planea contar con el aprovechamiento forestal a finales de septiembre para poder avanzar con el cerramiento y las labores de excavación en octubre. Los ciudadanos esperan que estos problemas se resuelvan de manera eficaz y sin mayores contratiempos para garantizar que esta obra de infraestructura vital para la ciudad no sufra más retrasos.