El partido más atractivo de la Fecha 9 de la Premier League terminó en escándalo. El Chelsea le empató en el último suspiro del partido al Manchester United y el cierre fue escandaloso, con un José Mourinho absolutamente furioso e intentando pelear con Marco Ianni, colaborador del Maurizio Sarri.
En el último minuto del partido, Ross Barkley firmó el 2-2 definitivo se desencadenó un alboroto en los banquillos. Mourinho salió eyectado de su asiento por la bronca que le provocó que el ayudante de Sarri celebre el gol en sus narices. Presuntamente, el DT portugués fue provocado y su enojo lo llevó a querer provocar una pelea.
La seguridad del estadio se interpuso en su camino y algunos jugadores, como el portero argentino Sergio Romero, evitaron que ‘Mou’ termine a los golpes en pleno túnel de vestuarios. La situación llevó también a un intercambio de palabras entre los jugadores en el terreno de juego, pero el árbitro principal, Mike Dean, impidió que la discusión llegara a mayores.
Al finalizar el partido, Mourinho y Sarri se dieron la mano y platicaron por unos minutos sobre lo ocurrido. Después el entrenador portugués se retiró del campo de juego haciendo ademanes a la afición del Chelsea: les recalcó con sus manos que él ganó tres títulos de Premier League con los Blues.