Un grupo de encapuchados intentó vandalizar los torniquetes de acceso de la Universidad del Tolima. La comunidad universitaria reaccionó rápidamente, rechazó los actos y evitó daños mayores en la infraestructura.
En la tarde del lunes 22 de septiembre de 2025, encapuchados irrumpieron en la entrada principal del campus de la Universidad del Tolima con la intención de vandalizar los torniquetes de control de acceso. Con palos y objetos contundentes intentaron cubrir la entrada con papeles y dañar los dispositivos, según grabaciones difundidas en redes sociales.
La acción fue rápidamente observada por estudiantes que se encontraban en zonas adyacentes. Ante el intento de los encapuchados, la comunidad universitaria reaccionó de forma inmediata: se alzaron voces de protesta, abucheos y exigieron que los agresores no tocaran la infraestructura. Los papeles fueron retirados y los atacantes abandonaron el sitio ante la presión colectiva.
Este hecho se enmarca en una serie de episodios de vandalismo en la Universidad del Tolima. En una ocasión anterior, los torniquetes y otros equipos de control fueron destruidos también por un grupo con características similares. Esa vez, los daños ascendieron a los cientos de millones de pesos.
Para ese momento el rector de la institución y la gobernadora del Tolima se pronunciaron formalmente tras los hechos. Condenaron lo ocurrido y reafirmaron el compromiso de proteger el carácter académico del campus, haciendo un llamado al respeto de los espacios universitarios como lugares de convivencia, investigación y aprendizaje.
Las directivas de la universidad también evaluaron medidas para reforzar la seguridad del campus. Entre ellas se estudian mejoras en el monitoreo con cámaras, patrullaje interno y coordinación con la autoridad local para prevenir nuevas incursiones de este tipo.
Los estudiantes han destacado que la instalación de los torniquetes había mejorado ya el control de acceso y reducido los actos de intrusión y vandalismo. Por tanto, este episodio, aunque perturbador, también resalta el sentido de pertenencia y vigilancia activa que muestran cuando sienten amenazada la infraestructura institucional.
La comunidad universitaria exige ahora sanciones y explicaciones claras sobre estos grupos que actúan encapuchados en horas de la tarde, muchas veces sin identificación ni responsabilidad visible. También piden un espacio de diálogo institucional para escuchar sus propuestas sobre cómo mejorar la vigilancia y reducir el riesgo de agresiones futuras.
Finalmente, la Universidad del Tolima advierte que aunque estos actos fueron bloqueados en esta ocasión, la vulnerabilidad persiste si no se adoptan medidas definitivas. Este tipo de acciones no solo ataca dispositivos físicos, sino la confianza de estudiantes, profesores y personal administrativo en la capacidad de la institución para garantizar un ambiente seguro.