El ingeniero José Alberto Girón, exgerente de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL), ha lanzado serias acusaciones contra la administración actual, encabezada por la alcaldesa Johana Ximena Aranda, en relación con la gestión del Acueducto Complementario. Según Girón, la empresa estaría violando el Reglamento Técnico de Agua Potable y Saneamiento Básico (RAS) al no realizar las inspecciones adecuadas en la nueva infraestructura.
Girón sostiene que la reciente falla en el viaducto que atraviesa el río Combeima no es un simple “evento común” como lo ha calificado la Alcaldía, sino una muestra de graves negligencias. Explicó que la tubería, debido a su diámetro y longitud, debe someterse a pruebas específicas que contemplan inspecciones cada 500 metros, pero la administración ‘Ibagué para todos’ habría omitido estas pruebas.
“La información que tengo, de varios funcionarios y exfuncionarios del IBAL, y del personal que ha trabajado en la interventoría del contrato actual, es que simplemente están enviando el agua desde Cocora sin hacer lo que dice la norma”, declaró Girón. Esto sugiere que el acueducto podría estar operando sin cumplir con los protocolos de seguridad necesarios, lo que pone en riesgo tanto la infraestructura como el suministro de agua a la ciudad.
Además, Girón reveló que tiene conocimiento de otras ocho rupturas menores en la tubería, las cuales no han sido reportadas públicamente. Estas fallas adicionales podrían evidenciar una falta de pruebas en los tramos máximos establecidos, aumentando las preocupaciones sobre la integridad y seguridad del Acueducto Complementario.
El ingeniero también cuestionó los intentos de la administración municipal por minimizar el incidente del viaducto, calificándolos como intentos de “maquillar” la situación real. Para él, estas acciones son indicativas de una gestión que no está comprometida con la transparencia ni con la correcta ejecución de los proyectos de infraestructura.
Estas denuncias se suman a las críticas que ha recibido la administración de la alcaldesa Johana Ximena Aranda, quien ha prometido una intervención para mejorar el acueducto durante la vigencia de 2025. Sin embargo, los recientes acontecimientos y las acusaciones de Girón ponen en duda la capacidad del equipo actual para gestionar adecuadamente este proyecto crucial para la ciudad.