Durante un debate de control político, la concejala del Centro Democrático, Silvia Esperanza Ortiz, arremetió contra la gerente del IBAL, Erika Palma, señalando deficiencias en sus gestiones y el descontento ciudadano con los servicios prestados.
La concejala del Centro Democrático, Silvia Esperanza Ortiz, hizo un llamado contundente durante una sesión del Concejo Municipal de Ibagué el pasado 11 de abril: pidió la renuncia de la gerente del IBAL, Erika Palma, alegando una gestión ineficiente y el creciente número de quejas de la ciudadanía.
La sesión, citada por el concejal Camilo Tavera, tenía como propósito realizar control político a la funcionaria. Sin embargo, la ausencia de la gerente del IBAL durante el debate generó aún más inconformidad entre los cabildantes, especialmente en Ortiz, quien calificó como “inadmisible” la falta de compromiso de Palma con la rendición de cuentas.
Según la concejala, los informes presentados durante la sesión evidenciaron falencias graves, entre ellas el deficiente servicio de acueducto y alcantarillado, así como el mal estado de la malla vial de la ciudad. “No podemos permitir que se dejen calles destapadas después de intervenir con obras de alcantarillado. Es un irrespeto con la comunidad”, expresó Ortiz.
Además, la cabildante denunció que tanto ella como su colega Camilo Tavera han sido señalados de mentir sobre la situación del IBAL. “Nos han llamado mentirosos, pero no nos vamos a callar. Vamos a seguir denunciando las irregularidades y la falta de gestión en estas dependencias”, afirmó.
Ortiz subrayó que el descontento de la ciudadanía es evidente y creciente, y criticó que las soluciones presentadas por la funcionaria en el debate no respondan a las necesidades reales de los ibaguereños. “Se necesita liderazgo, compromiso y resultados, no excusas”, dijo con firmeza.
La concejala también instó a la administración municipal a revisar detalladamente las acciones que han liderado tanto la gerente del IBAL. “La invitación es clara: revisen bien lo que han hecho estas funcionarias y que den un paso al costado por el bien de la ciudad”, concluyó.
Este nuevo episodio en el Concejo se suma a una serie de debates sobre la eficiencia de los servicios públicos en Ibagué, y refleja el creciente choque entre el poder ejecutivo local y algunos sectores del cabildo municipal.