El atentado perpetrado en el centro del municipio dejó además una segunda persona herida, encendiendo las alarmas por la inseguridad en el sur del Tolima.
La violencia volvió a sacudir el casco urbano del municipio de Ataco, en el sur del Tolima, tras un sangriento ataque sicarial registrado en las últimas horas. El hecho, que ocurrió en un sector concurrido, dejó como saldo trágico la muerte de un ciudadano y a otro luchando por su vida en un centro asistencial. Según los reportes preliminares, sujetos armados irrumpieron en la tranquilidad de la zona céntrica para perpetrar el atentado sin mediar palabra alguna frente a los testigos. El estruendo de los proyectiles interrumpió la jornada laboral de comerciantes y residentes, quienes buscaron refugio inmediato ante la ráfaga de disparos que se escuchó en el sector. La víctima mortal de este acto sicarial fue identificada por las autoridades locales como Daniel Jiménez González, un hombre conocido en la comunidad atacuna.
Jiménez González recibió múltiples impactos de bala en partes vitales de su cuerpo, quedando gravemente tendido en el lugar de los hechos mientras los atacantes huían. Gracias a la rápida reacción de algunos ciudadanos que se encontraban cerca, el hombre fue auxiliado y trasladado de urgencia hacia el hospital municipal de la localidad. A pesar de los esfuerzos desesperados del cuerpo médico de turno y de las maniobras de reanimación practicadas, las heridas resultaron ser letales y el ciudadano falleció minutos después. La noticia de su deceso corrió rápidamente por el municipio, generando una profunda consternación entre sus familiares y amigos cercanos que llegaron hasta el centro hospitalario. El procedimiento de levantamiento del cadáver fue coordinado posteriormente por unidades de criminalística para iniciar los protocolos legales de rigor exigidos por la ley.
En el mismo episodio violento resultó herido un segundo hombre, identificado como Libardo Olivera, quien se encontraba en el sitio al momento en que los sicarios abrieron fuego. Olivera recibió atención médica inmediata y, según el último reporte entregado por los especialistas de la salud, su pronóstico permanece bajo reserva mientras recibe cuidado especializado. No se ha confirmado aún si esta segunda persona era un objetivo directo de los sicarios o si resultó lesionada de manera accidental durante el ataque indiscriminado. Su testimonio se considera una pieza clave para que los investigadores de la Policía Judicial puedan reconstruir la cronología de lo sucedido en pleno corazón de Ataco. Por ahora, las autoridades mantienen una vigilancia estricta en el hospital para garantizar la seguridad del sobreviviente y evitar cualquier tipo de retaliación.
El crimen, perpetrado a plena luz del día y en una zona de alta afluencia peatonal, ha sembrado un clima de temor generalizado entre los habitantes de la región. Comerciantes del sector manifestaron su preocupación por el descaro de los delincuentes, quienes actuaron sin importarles la presencia de cámaras de vigilancia o de posibles patrullas cercanas. Los residentes advierten que este tipo de hechos son el reflejo de un deterioro progresivo en la seguridad pública que viene afectando al municipio desde hace meses. La sensación de vulnerabilidad ha llevado a la comunidad a exigir resultados contundentes por parte de la administración local y de la fuerza pública apostada allí. El sur del Tolima, históricamente golpeado por diferentes formas de violencia, vuelve a estar en el ojo del huracán por estos hechos de sangre.
Ante la gravedad de lo ocurrido, las autoridades policiales y de la Fiscalía General de la Nación han iniciado las labores investigativas correspondientes para esclarecer los móviles. Unidades de inteligencia civil y uniformada se desplazaron hasta el casco urbano de Ataco con el fin de recolectar evidencias físicas y testimonios de quienes presenciaron el ataque. Se están revisando minuciosamente las cámaras de seguridad de los locales comerciales aledaños para intentar identificar las características de la motocicleta y los rostros de los autores. La principal hipótesis apunta a una posible retaliación o ajuste de cuentas, aunque los investigadores no descartan otras líneas de indagación dadas las dinámicas delictivas de la zona. Se espera que en las próximas horas se emita un pronunciamiento oficial con mayores detalles sobre el avance de las pesquisas.
El comando de la Policía Tolima ha ordenado el refuerzo de la seguridad en Ataco y en los municipios circunvecinos que conforman el cordón del sur del departamento. Se han incrementado los patrullajes mixtos con el apoyo del Ejército Nacional para ejercer un mayor control territorial y prevenir nuevos actos de violencia sicarial. El objetivo de este despliegue es devolver la tranquilidad a los ciudadanos y demostrar una presencia institucional fuerte que disuada el accionar de los grupos criminales. Las autoridades han enfatizado que no permitirán que estos hechos queden en la impunidad y que se hará uso de todas las herramientas disponibles para capturar a los responsables. El monitoreo en las vías de acceso y salida del municipio también se ha intensificado mediante puestos de control aleatorios.
La comunidad atacuna ha hecho un llamado urgente al Gobierno Departamental para que se evalúen medidas extraordinarias, como la realización de un consejo de seguridad extraordinario en la zona. Argumentan que la presencia de actores armados y el incremento de los homicidios selectivos requieren de una estrategia integral que vaya más allá del simple aumento de pie de fuerza. Los líderes sociales piden que se aborden las causas raíz de la violencia y se brinden mayores garantías para la convivencia ciudadana en los barrios más vulnerables. La zozobra persiste, especialmente después de un ataque tan audaz y violento en el casco urbano, un espacio que debería ser seguro para todos los habitantes. El temor a salir a la calle después de ciertas horas empieza a modificar las dinámicas sociales del municipio.
Finalmente, las autoridades reiteran la importancia de la colaboración ciudadana para dar con el paradero de los sicarios que acabaron con la vida de Daniel Jiménez González. Se ha dispuesto una línea de contacto bajo absoluta reserva para quienes posean información veraz que conduzca a la identificación y posterior captura de los autores materiales e intelectuales. El esclarecimiento de este caso es prioritario para frenar la escalada de violencia que amenaza con empañar la convivencia en el sur del Tolima durante los próximos días. Mientras tanto, la familia de la víctima espera justicia y la pronta recuperación de Libardo Olivera, quien permanece como el único testigo directo de la tragedia. La institucionalidad asegura que no descansará hasta dar resultados positivos sobre este crimen que hoy enluta a Ataco.
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