El mundo de la ciencia lamenta la partida de Manuel Elkin Patarroyo, destacado científico colombiano y pionero de las vacunas sintéticas, quien falleció este jueves a los 78 años en Bogotá a causa de un paro cardiorrespiratorio. Su deceso fue confirmado por su amigo cercano, el doctor Carlos Francisco Fernández, quien destacó el legado de compromiso y pasión que Patarroyo deja para la humanidad.
Nacido en Ataco, Tolima, en 1946, Patarroyo dedicó su vida al desarrollo de soluciones científicas frente a enfermedades infecciosas. Tras obtener su título en medicina en la Universidad Nacional de Colombia, realizó especializaciones en inmunología en la Universidad de Yale y estudios postdoctorales en el Instituto Karolinska de Suecia. En 1983, fundó el Instituto de Inmunología del Hospital San Juan de Dios, desde donde lideró investigaciones innovadoras.
El logro más destacado de su carrera fue la creación de la vacuna SPf66 contra la malaria, desarrollada entre 1986 y 1988. Aunque su eficacia fue cuestionada posteriormente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), su trabajo marcó un hito en la historia de la ciencia al abrir camino para el desarrollo de vacunas sintéticas.
Además de sus investigaciones, Patarroyo recibió múltiples galardones, incluyendo el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, la Medalla de Edimburgo y el Premio Léon Bernard de la OMS. También fue reconocido como doctor honoris causa por diversas universidades, incluidas la Nacional de Colombia y la Complutense de Madrid.
La Universidad Nacional, institución de la que fue egresado y docente, expresó sus condolencias en un comunicado. “Resaltamos y agradecemos su aporte a la ciencia y la salud de nuestro país. A sus familiares, colegas, amigos y discípulos les extendemos nuestras más sentidas condolencias”, indicó la institución.
Patarroyo fue también el investigador colombiano con mayor número de publicaciones en revistas científicas de alto impacto. Gabriela Delgado, decana de Ciencias de la Universidad Nacional, lo describió como “un gran científico que dedicó su vida a enseñarnos el valor de la ciencia para resolver los problemas del país”.
Aunque su carrera no estuvo exenta de controversias, especialmente respecto al desarrollo de la SPf66, Patarroyo es recordado como un pionero cuya valentía para enfrentar desafíos marcó la historia de la ciencia en Colombia y el mundo.
Con su partida, Colombia pierde a un gigante de la investigación, pero su legado continuará inspirando a las futuras generaciones que creen en la ciencia como motor de transformación social.