Los allegados del reconocido cocinero tolimense expresan su indignación por la tardanza en los trámites forenses en El Papayo, que les ha impedido darle sepultura digna. Aseguran que la situación se agravó durante la visita del presidente Gustavo Petro a Ibagué.
Un profundo sentimiento de impotencia y tristeza embarga a la familia del chef Cristian Montaño, quien falleció hace varios días en circunstancias que aún son materia de investigación. Sin embargo, el dolor por su pérdida se ha visto agravado por las demoras en la entrega de su cuerpo por parte de Medicina Legal en El Papayo, donde permanece sin poder recibir cristiana sepultura.
Según relatan los familiares, el cuerpo del reconocido cocinero continúa en las instalaciones del instituto forense sin que se haya ofrecido una explicación clara sobre los motivos del retraso. La situación ha generado preocupación, no solo por el sufrimiento prolongado de sus seres queridos, sino también por el deterioro del cadáver debido al paso de los días.
Los allegados denuncian que los procedimientos se habrían visto afectados durante la visita del presidente Gustavo Petro a Ibagué, el pasado viernes 3 de octubre, cuando diversas entidades públicas, establecimientos y dependencias suspendieron temporalmente sus actividades ante la movilización convocada en la Plaza Manuel Murillo Toro.
Cristian Montaño era reconocido por su talento culinario, su carisma y su pasión por la gastronomía regional e internacional. Su trayectoria lo convirtió en una figura apreciada tanto por colegas del gremio como por clientes y amigos que destacaban su compromiso con la promoción de la cocina tolimense.
La comunidad del sector gastronómico lamenta profundamente su partida y ha expresado su respaldo a la familia, que insiste en exigir un trato digno para el cuerpo del chef y una pronta respuesta de las autoridades competentes. “Cristian no merecía esto. Ni en vida ni después de muerto”, manifestó uno de sus compañeros de trabajo, visiblemente afectado.
El hecho que habría desencadenado la tragedia estaría relacionado con un caso de intolerancia entre dos jóvenes ibaguereños, según versiones preliminares. Mientras avanza la investigación judicial, la familia Montaño pide respeto por el dolor que atraviesa y solicita celeridad en los trámites para poder despedir al chef como se merece.