La comunidad de firmantes de paz del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) La Fila, que realizó bloqueos intermitentes en la vía Melgar – Bogotá, exigió respuestas concretas al Gobierno Nacional.
La falta de voceros con capacidad de decisión impidió llegar a acuerdos en la última jornada de negociación, lo que llevó a los manifestantes a fijar un ultimátum de 24 horas.
Al término de la reunión, el alcalde de Icononzo, Hugo Jiménez Quinche, confirmó que los firmantes decidieron suspender las negociaciones hasta que el Gobierno presente soluciones claras a sus peticiones. “Tuvimos un diálogo con la gobernadora y algunos delegados del Gobierno, pero la comunidad se levantó de la mesa y dio un plazo de 24 horas para que se cumpla lo prometido”, explicó el mandatario.
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El descontento de los firmantes se centra en el incumplimiento de compromisos del Acuerdo de Paz de La Habana, a casi nueve años de su firma. Exigen avances en la titulación de tierras, proyectos de vivienda y desarrollo productivo, factores clave para su reincorporación.
Por su parte, la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, señaló que es indispensable la presencia de entidades como la Agencia Nacional de Tierras, la Unidad Nacional de Protección, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio del Interior y el Alto Comisionado para la Paz para destrabar el diálogo.
Las comunidades firmantes reclaman que, pese a múltiples mesas de concertación, las respuestas del Ejecutivo han sido insuficientes. Aseguran que, de no haber soluciones en el tiempo establecido, reanudarán las manifestaciones en la vía nacional, afectando el tránsito entre el centro y el suroccidente del país.
El ultimátum representa una nueva presión sobre el Gobierno del presidente Gustavo Petro, quien ha reiterado su compromiso con la implementación de la paz total. Sin embargo, los firmantes insisten en que los avances son lentos y que la falta de voluntad política podría agravar la crisis.
Mañana viernes será un día clave para definir el futuro del diálogo y evitar una nueva parálisis en la vía Melgar – Bogotá, una de las más transitadas del país. La expectativa está puesta en la respuesta gubernamental y en la capacidad de los actores involucrados para llegar a un consenso.