Un temblor de magnitud 6.5 con epicentro en Paratebueno, Cundinamarca, se sintió intensamente en Ibagué durante la mañana del 8 de junio. Aunque el movimiento generó temor entre los ciudadanos, las autoridades locales informaron que no hubo afectaciones estructurales de consideración.
Ibagué fue sacudida por un fuerte sismo este domingo 8 de junio a las 8:08 a. m., el cual alcanzó una magnitud de 6.5 según el Servicio Geológico Colombiano. El epicentro fue localizado en el municipio de Paratebueno, Cundinamarca, a unos 130 kilómetros de la capital tolimense. El evento generó una amplia percepción en gran parte del país, pero especialmente en el centro y el occidente.
En la Capital Musical, el movimiento telúrico causó alarma entre los habitantes, quienes rápidamente reportaron la intensidad del temblor a través de redes sociales y plataformas especializadas. Pese al temor inicial, las autoridades confirmaron que no se presentaron afectaciones graves en infraestructura o en la prestación de servicios públicos.
El secretario de Ambiente y Gestión del Riesgo, Harol Wilches, señaló que: “Aquí en la ciudad, el sismo se sintió muy fuerte, como lo han manifestado los ciudadanos; pero sin afectaciones graves. Sin embargo, tenemos algunos reportes en conjuntos residenciales, donde al parecer hubo agrietamientos, tras el evento”.
La Dirección de Gestión del Riesgo de la ciudad inició una jornada de verificación en los lugares donde se han reportado posibles afectaciones. El objetivo es inspeccionar estructuras y garantizar que no haya peligro para los residentes, especialmente en conjuntos residenciales donde se registraron grietas menores.
Desde la Alcaldía de Ibagué se emitió un llamado a la calma e invitaron a la comunidad a mantener la prevención como principal herramienta ante este tipo de emergencias. Las líneas 119 (Bomberos) y 123 (Emergencias) están disponibles para reportar cualquier situación relacionada con el sismo.
Por fortuna, no se registraron víctimas ni daños que comprometieran edificaciones públicas o privadas, lo que fue valorado positivamente por las autoridades locales. Aun así, los equipos de gestión del riesgo continúan en alerta por posibles réplicas.
El evento sirvió también como recordatorio de la vulnerabilidad sísmica del país y la importancia de estar preparados. La comunidad educativa, empresas y organismos locales evaluarán en los próximos días las lecciones aprendidas de esta experiencia para fortalecer los protocolos de emergencia.
El Servicio Geológico Colombiano continuará monitoreando la actividad sísmica en la región y emitirá reportes actualizados en caso de nuevos movimientos. Mientras tanto, la comunidad se mantiene atenta y agradecida por el hecho de que la emergencia no haya escalado a una situación crítica.