En un anuncio que ha captado la atención nacional, el Ministerio de Relaciones Exteriores bajo la dirección del presidente Gustavo Petro ha confirmado la apertura de 10 nuevas embajadas en países estratégicos. Estos incluyen naciones como Guayana, Arabia Saudita, Estado de Palestina, República Checa, Barbados, Rumania, Senegal, Etiopía, Angola y Nueva Zelanda.
A pesar de la justificación de fortalecer las relaciones diplomáticas y brindar apoyo a la diáspora colombiana, la noticia ha generado críticas considerables debido a la aparente contradicción con el discurso gubernamental de austeridad y reducción de costos administrativos.
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La implementación de estas embajadas implica la contratación de 125 nuevos cargos administrativos, entre los cuales se destacan 14 asesores y 10 profesionales especializados para el despacho del canciller. Este aumento en el personal se traduce en un gasto anual de $51.374 millones, según cifras correspondientes al año 2023.
Este desembolso económico ha avivado el debate sobre las prioridades presupuestarias del Gobierno y su coherencia con los principios proclamados en su discurso oficial. Aunque algunos defienden la medida como una estrategia para potenciar la presencia de Colombia en el ámbito internacional, críticos sostienen que contradice la idea de austeridad promovida por el presidente Petro desde su llegada al poder.
La ciudadanía y sectores políticos ahora esperan una mayor claridad sobre la estrategia del Gobierno en cuanto a la gestión de recursos y la coherencia entre sus decisiones y su mensaje de contención fiscal.