El exdirector del DPS y precandidato presidencial, Gustavo Bolívar, advirtió que Gustavo Petro podría ser judicializado si la derecha gana en 2026. Señaló que la ofensiva contra el mandatario sería motivada por represalias políticas, como ocurrió con otros líderes de izquierda en América Latina.
En un nuevo episodio de la creciente polarización política del país, el exsenador y precandidato presidencial Gustavo Bolívar encendió las alarmas al afirmar que el presidente Gustavo Petro podría enfrentar persecución judicial si la derecha retoma el poder en las elecciones presidenciales de 2026.
En un video difundido a través de sus redes sociales, Bolívar sostuvo que “Petro a la cárcel no es una posibilidad lejana”, argumentando que este patrón ya ha ocurrido en otros países de América Latina con líderes de izquierda. Aseguró que la judicialización postmandato es una estrategia frecuente usada por sectores conservadores para debilitar sus adversarios políticos.
El también exdirector del Departamento de Prosperidad Social recordó los casos de Lula da Silva en Brasil, Cristina Fernández en Argentina, Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia. “Los cuatro fueron procesados por la derecha cuando esta regresó al poder”, expresó Bolívar, quien aseguró que se trata de una táctica sistemática de “venganza política”.
Según el precandidato, el gobierno de Petro ha tocado intereses económicos ligados al narcotráfico, al contrabando y a la corrupción en el Estado, razón por la cual, de ganar un gobierno opositor, se buscaría la retaliación jurídica. “Le van a buscar la caída por donde sea”, advirtió.
Bolívar incluso afirmó que si se da una persecución judicial tras el fin del mandato de Petro, el presidente podría verse obligado a irse al exilio. “Estoy convencido de que si regresa la derecha, lo van a exiliar como a Evo, Correa o Cristina”, afirmó el líder progresista.
Las declaraciones de Bolívar se dan luego de su salida pública del gobierno, en la que el mismo presidente Petro manifestó en un acto público que “quien renuncie para aspirar, debe irse”, lo que fue interpretado como un distanciamiento entre ambos dirigentes.
El pronunciamiento ha provocado múltiples reacciones tanto en sectores de gobierno como de la oposición. Mientras unos lo ven como un llamado a la movilización política de cara a las presidenciales, otros critican el tono de confrontación y señalan que busca generar temor y victimización.
Finalmente, Bolívar llamó a los “demócratas” a rodear al presidente y defender las instituciones: “Si triunfan los extremistas, perdemos todos”, concluyó.