La comunidad del barrio Palermo, ubicado en Ibagué, se ha unido en una denuncia contundente contra el abandono que han sufrido por parte de las alcaldías en los últimos 10 años. El origen de su malestar se remonta a una decisión tomada hace una década por el entonces alcalde Luis H. Rodríguez, quien permitió temporalmente el paso de vehículos por las calles del barrio, especialmente por la avenida Pedro Tafur.
Lo que comenzó como una medida provisional se ha convertido en una pesadilla constante para los habitantes de Palermo. El tráfico de busetas, volquetas y tractomulas ha colapsado las vías, dejando a su paso daños graves en la infraestructura y poniendo en peligro la seguridad de los residentes.
La situación se ha agravado con el tiempo. Las calles ahora están llenas de huecos que, en muchos casos, se han convertido en verdaderas piscinas debido a la acumulación de agua y escombros. Esta problemática no solo afecta la movilidad de los habitantes, sino que también ha generado problemas de salud y deterioro en el alcantarillado del sector.
Ayer, la comunidad de Palermo se reunió para conmemorar una década de esta situación insostenible, marcada por la indiferencia de las autoridades municipales. Los residentes lamentaron que ningún alcalde que ha ocupado el cargo en este período haya tomado medidas efectivas para resolver el problema. En medio de esta celebración, que más parece un lamento colectivo, los habitantes del barrio exigieron soluciones inmediatas a las autoridades municipales. Clamaron por la atención de sus necesidades básicas y por el respeto a su calidad de vida, que se ha visto gravemente afectada por la negligencia de la administración pública.
El caso del barrio Palermo es un ejemplo claro del abandono al que se enfrentan muchas comunidades en todo el país. La falta de planificación urbana y la ausencia de mantenimiento adecuado de la infraestructura son problemas que requieren atención urgente por parte de las autoridades, para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro.
Las demandas de los residentes de Palermo son un llamado de atención a las autoridades municipales y regionales, instándolas a asumir su responsabilidad en la protección y el desarrollo de las comunidades que representan. La comunidad espera que sus reclamos sean escuchados y que se tomen medidas concretas para resolver los problemas que afectan su calidad de vida.