Este viernes, los caficultores colombianos celebran una noticia histórica: el precio de la carga de café alcanzó los $2.505.000, el más alto en 13 años y medio, según informó la Federación Nacional de Cafeteros. Este incremento, que marca un hito para la economía cafetera, representa un respiro para miles de productores que han enfrentado dificultades en los últimos años.
Roberto Vélez Vallejo, exgerente de la Federación Nacional de Cafeteros, manifestó su entusiasmo por el aumento. “Los precios de café no paran de subir. Hoy la carga se acerca a los $2,5 millones. ¡Qué bendición para los productores, las regiones cafeteras y el país en general! Es un merecido momento feliz para una población tan trabajadora y resiliente”, expresa.
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El alza en el precio del café llega en un contexto de desafíos tanto económicos como climáticos, que han afectado la producción cafetera en Colombia. Desde finales de agosto, el precio del grano ha mostrado una tendencia alcista imparable. Tras superar los $2 millones por carga en ese mes, los días previos al récord de este viernes mostraron incrementos consecutivos: el martes el precio se situó en $2.360.000 y el miércoles en $2.430.000.
El impacto de este aumento se extiende más allá de los caficultores. Las regiones cafeteras, como Antioquia, Quindío, Caldas y Risaralda, ya experimentan un impulso económico, lo cual se prevé contribuya a la estabilidad financiera del país. La noticia también genera optimismo en el sector agrícola, que ve en este repunte una oportunidad para recuperarse tras varios años de precios bajos.
La situación en el mercado internacional ha jugado un papel fundamental en este incremento de precios. En Brasil, el mayor productor de café del mundo, las cosechas se han reducido debido a un déficit hídrico, aunque las recientes lluvias han comenzado a aliviar la situación. A esto se suma la crisis en Vietnam, el segundo mayor productor global, que enfrenta una proyección de caída del 20% en su producción.
Con la disminución de la oferta mundial, la demanda de café ha provocado un alza en los precios del grano. Esta coyuntura ha beneficiado a los caficultores colombianos, quienes durante años han luchado por mejores precios en un mercado volátil y competitivo.
Este repunte histórico en el precio del café es una buena noticia no solo para los caficultores, sino también para el desarrollo económico de las regiones cafeteras y el fortalecimiento de la economía colombiana. Los productores esperan que esta tendencia se mantenga, aprovechando el contexto global para continuar impulsando el crecimiento del sector.