Diógenes Saavedra, un vendedor de la Lotería del Tolima de aproximadamente 60 años, fue hallado sin vida en un canal del sector Mirolindo, en Ibagué. El cuerpo mostraba signos de tortura, mutilación y estaba atado con bloques de cemento y piedras.
En una escena que estremeció a Ibagué, el cadáver de un hombre fue encontrado en la canal de aguas residuales del sector Mirolindo, cerca del barrio El Bosque parte alta. Inicialmente se pensó que se trataba de un habitante de la calle, pero las primeras investigaciones confirmaron que el cuerpo corresponde a Diógenes Saavedra, un vendedor de la Lotería del Tolima, residente en el barrio Eduardo Santos .
La víctima fue hallada atada de manos y pies a pesadas piedras y bloques de cemento, lo que sugiere un intento deliberado de hundir el cuerpo para impedir su aparición. La creciente en el caudal del río Combeima obligó al cierre de compuertas, lo que permitió que el cadáver quedara a la vista .
El examen forense realizado por Medicina Legal reveló múltiples golpes en diversas partes del cuerpo, además de la mutilación de una oreja. No se encontraron indicios de heridas por arma blanca o de fuego, lo que indica que las agresiones fueron infligidas con objetos contundentes, en un ataque de extrema violencia .
Este crimen despierta preocupación por el grado de brutalidad y la forma en que se ejecutó. La Fiscalía abrió una línea de investigación enfocada en el entorno personal del vendedor, especialmente en su comunidad del barrio Eduardo Santos, donde, según versiones extraoficiales, habría tenido conflictos recientes que podrían ser clave en esclarecer el móvil del homicidio .
Las autoridades hacen un llamado urgente a los familiares y allegados de Diógenes Saavedra para que acudan a Medicina Legal o a las oficinas de la Fiscalía. Su colaboración es fundamental no solo para confirmar su identidad, sino también para aportar información crucial que permita avanzar en la investigación y capturar a los responsables .
La comunidad de Ibagué se encuentra consternada por este atroz homicidio, que ha sembrado temor y exigido respuestas inmediatas. La forma tan cruda en que fue ejecutado refuerza la urgencia de fortalecer la seguridad y garantizar que hechos de esta naturaleza no queden impunes.
Las investigaciones continúan y se espera que en los próximos días se puedan establecer con mayor claridad las circunstancias que rodearon el crimen, el móvil y los posibles autores. Mientras tanto, la ciudad exige justicia para Diógenes Saavedra y que su muerte no sea más que un capítulo más entre los tantos casos sin resolver.