El exalcalde Andrés Hurtado lanzó un mensaje cargado de simbolismo y espiritualidad a su sucesora, Johana Aranda, en medio de una evidente tensión política. Hurtado advirtió sobre influencias externas que buscan dividir el gobierno local y ofreció su apertura al diálogo si Aranda decide retomar el proyecto común.
Durante una intervención en la emisora Ondas de Ibagué, el exalcalde Andrés Hurtado rompió el silencio frente a su distanciamiento con la actual mandataria local, Johana Aranda. En un discurso cargado de simbolismo, apeló a la unidad y al retorno de su exaliada al proyecto político que lideraron juntos. “No pierda el norte, no pierda los estribos. Su verdadero hogar está aquí”, expresó.
Hurtado evocó imágenes bíblicas y familiares para reforzar su llamado: “Estamos con cariño y afecto esperándola. Espero que Dios la llene de sabiduría e inteligencia para reconocer su verdadero hogar”, afirmó. Su tono fue firme pero conciliador, dejando claro que aunque hay distancia, todavía hay espacio para el reencuentro.
El exmandatario también cuestionó a quienes, según él, estarían tratando de dividir el equipo de gobierno desde fuera del Tolima. “No se deje guiar de los conspiradores que solo buscan dividir, y más de esos que vienen de fuera del departamento”, dijo, sin mencionar nombres, pero marcando una clara línea de confrontación.
Hurtado manifestó inquietud por la situación de los funcionarios contratistas en la administración municipal. “Estoy preocupado por mi gente, por quienes están en zozobra porque no saben qué va a pasar con sus contratos”, señaló, en alusión al impacto de los cambios políticos sobre las bases que lo respaldaron.
Aunque expresó respeto por la gestión de Johana Aranda, Hurtado también dejó ver sus reservas. Agradeció la inclusión de personas cercanas a su equipo en la Alcaldía, pero insistió en que la lealtad no puede romperse sin consecuencias: “Muchos de quienes hoy la rodean vienen de nuestra estructura”.
El exalcalde fue enfático en que respetará la autonomía de Aranda si decide alejarse políticamente. Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de una reconciliación: “Si la alcaldesa decide dividir los caminos, lo respetaré. Pero también espero que no olvide de dónde viene y quiénes la ayudaron a llegar”.
En su intervención, Hurtado también apeló al peso del mandato popular que llevó a Johana Aranda al poder. “Ese respaldo implica un compromiso con toda Ibagué, incluso con quienes no votaron por ella. La responsabilidad es colectiva”, recalcó, haciendo un llamado a gobernar sin exclusiones.
Con un tono final conciliador, el exmandatario reiteró su disposición a recibir nuevamente a Aranda en el seno del movimiento que la eligió. “Aquí está su casa. Aquí está la gente que la quiere. Y aquí está su verdadero hogar”, concluyó, apelando a la lealtad y a la memoria compartida.
Este pronunciamiento se da en medio de una creciente distancia entre ambos líderes del conservatismo tolimense. Las decisiones recientes en la administración de Johana Aranda han generado molestia en sectores del grupo político de Hurtado, alimentando rumores de rompimiento definitivo.
La ciudad observa con atención el desenlace de esta disputa. Las palabras de Hurtado dejan abierta la puerta a la reconciliación, pero también marcan los límites de su respaldo. El futuro político de Aranda y la estabilidad de su administración podrían depender de lo que decida en los próximos días.
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